Resumen de la Etapa 5.Una etapa que discurrió en su primera parte en el departamento de Haute Loire, todavía en la región de Auvernia, para pasar en su segunda parte a la región Rhône-Alpes atravesando el departamento de Loire y finalizando muy cerca de la ciudad de Roanne. El recorrido general de esta etapa puede verse en el mapa siguiente:
Había amanecido un precioso día de verano: cielo despejado, visibilidad plena, temperatura perfecta y viento prácticamente nulo; desde la posición que ocupaba nuestro hotel, instalado una antigua residencia señorial reconvertida hace unos años, se disfrutaba de una vista que abarcaba muchas decenas de kilómetros a la redonda.
La etapa quinta no estaba exenta de atractivo rutero ya que en gran parte discurría por una zona de media montaña, los
“Monts de Forez”, con altitudes cercanas a los 1.500 mts, pero tenía también un pequeño toque cultural, incluyendo visitas a algunos lugares interesantes como luego veremos. Tras embutir un agradable desayuno y despedirme de los propietarios del hotel, de exquisita amabilidad por cierto, entré en el coche y giré la llave de contacto con la ilusión renovada de comenzar un nuevo día de aventura con mis compañeros de Tour.
Las dos primeras fotos delante del edificio del hotel en el momento en que salíamos, en la segunda se aprecian en parte las excelentes vistas que se disfrutaban desde allí
Nuestros amigos Homecanya (Javier) y Donacanya (Anna) sonriendo a bordo de su
“Estorilblau”Este hotel que dejábamos me había dejado un grato recuerdo; disponía de una gran finca privada con un parque de árboles centenarios y varios edificios en los que se repartían las instalaciones, ubicándose en uno de ellos un spa y un gimnasio panorámico en la última planta. Lo cierto es que no lo pude disfrutar como hubiera deseado y me lo he apuntado ya en mi lista de deseos con el fin de en otra ocasión poder pasar allí uno o dos días combinando alguna excursión por la zona con el disfrute sosegado de sus instalaciones
La foto saliendo ya a través del parque del hotel.
Cinco minutos después pasábamos cerca del viejo castillo de Domeyrat.
En la primera hora de ruta llegamos al pueblo de La Chaise Dieu, que tiene la particularidad de poseer una gran abadía medieval, famosa en toda Francia porque allí se celebra uno de los festivales de música clásica religiosa más reputados de todo el país. Mi intención era visitar el interior de la iglesia pero nos encontramos con que justamente en la misma semana se celebrada el festival y la iglesia estaba cerrada a las visitas públicas con lo cual hubimos de conformarnos con dar un paseo por el exterior y por el claustro, que si podía visitarse. Unas fotos:
En la primera foto Javi (Jmaben) e Imanol (Imaracing) y en la segunda ambos con Miguel (Miguelvet)…..Muy mala gente son estos….
Y como no! un paseíto por el pueblo con algunas fotos de rigor…
Las necesidades de segunda dosis cafeínica que algunos tenemos se solucionaron con un cafelito, disfrutando de la hermosa mañana que teníamos. Ahí tenemos a Zcuatro y su acompañante Mª Ángeles, que de café nada
….”chocolat chaud” al canto según sus sanas costumbres.
Retomamos la ruta y tras un divertido tramo descendiendo desde las alturas de la Chaise Dieu hasta el pueblo de Ambert por una preciosa carretera curveada entre bosques de abetos, llegamos a esta última población, muy conocida en Francia dado que allí se fabrica un queso parecido al Roquefort pero muchísimo más suave: la
“Fourme d’Ambert”. Dimos un paseíto por el pueblo sin bajar del coche y nos dirigimos seguidamente al Molino de Richard de Bas, situado no lejos de allí. Se trata de un molino musealizado en el que se realiza la fabricación de papel con los mismos métodos de la Edad Media; fue una visita interesante en la que vimos primero la vivienda de los propietarios del Molino que conserva la autenticidad de como hace cientos de años eran las casas de esta zona de Auvernia, asistimos luego a una disertación sobre la historia de la fabricación de papel en el mundo con sus distintos métodos, y la parte más interesante de la visita fue la de poder ver funcionar en directo una sala en donde unas enormes mazas de madera que se mueven con la fuerza de las aguas del río, tras horas y horas golpeando en pilones en piedra las fibras vegetales (algodón, lino, etc.) mezcladas en una “sopa” acuosa, producen la suspensión base a la que luego se añaden colas naturales (a base de resinas o de productos de origen animal) formándose así un producto final que extendido en finas capas sobre moldes, producen láminas de un material celulósico que posteriormente se prensan fuertemente para extraer hasta la última gota de agua, dando lugar a las hojas de papel que luego se llevan a un secadero.
El proceso tiene su complicación técnica, cada molino en la Edad Media tenia sus secretos para lograr la mejor calidad, cada hoja de papel llevaba en su parte inferior la “filigrana” propia del cada molino que se ve únicamente al trasluz y para que una persona adquiriese la técnica perfecta para hacer el papel sin defectos se requerían años de trabajo como aprendiz y luego como ayudante.
Y tras esta breve explicación, un par de fotos en la parte de la visita en una de las salas donde están las mazas que al golpear retumban con un sonido peculiar y grave que se escucha en todo el edificio.
Ya en el exterior de la instalación Gema y Jmaben posando para el fotógrafo
Otros posan de un modo algo particular y el interés de la foto no está en los personajes sino en el “Calvin Klein” y los calcetines que adornan la capota del Miata
Al finalizar la visita se acercaba la hora de comer, con lo que decidimos hacer nuestro pic-nic del día allí mismo aprovechando que teníamos a nuestra disposición una gran mesa sombreada en la propia finca del molino.
Vino después un tramo de una hora larga de ruta por pequeñas carreteras reviradas atravesando los Montes de Forez, hasta llegal al Col du Béal a 1.390 mts. de altitud; allí en lo alto del puerto nos hicimos una parada-café en la terraza de una agradable “Auberge”, y tras el café algunos decidimos hacer una pequeña subida a pie hasta una cota cercana en la que había una mesa de orientación, dominando una vista circular que abarcaba por el Oeste las cumbres del macizo central y el parque de los volcanes de Auvernia, y por el Oeste, una zona más llana, el
"Roannais”, hacia donde se dirigía ahora nuestra ruta.
Unas fotos en lo alto de este punto panorámico, con estos locos personajes…
No se estaba mal allí desde luego, pero había que seguir y vino a continuación el bonito descenso del Col du Béal hacia el Este por una carretera de trazado bastante rápido, continuando luego la ruta a través de una zona en la que se alternaban bosques con pequeños pueblos pintorescos como este de Chalmazel que conserva una bonito castillo
Algo más tarde, para llegar a las ruinas del castillo de Couzan hubimos de hacer un pequeño tramo por una pista de tierra, y como el ambiente estaba bastante seco los coches pillaron polvo, y algún malévolo personaje de nuestro grupo aprovechó la ocasión para hacerle una "cariñosa dedicatoria" a Miguel en una de las bonitas aletas traseras de su Z3….ay ay ay…!
Esta etapa finalizaba en el “Château d’Origny” una residencia señorial del siglo XVI que perteneció a una familia de la nobleza francesa y hace pocos años ha sido reconvertido en un hotel con encanto, con muy pocas habitaciones que copamos en exclusiva para el Tour. Además cada habitación del hotel tenía una decoración particular y distinta a todas las demás en un estilo propio y definido, había así la habitación colonial, la francesa, la inglesa, la habitación de la Condesa, la de las Hermanas Polonesas…En fin, que fue una bonita experiencia.
Llegamos al hotel con la dorada luz de la caída de la tarde, lo que se aprecia bien en la siguiente foto
Los doce integrantes del grupo que ahora éramos frente al edificio del hotel
Y siguen ahora unas fotografías de la cena que tuvimos más tarde, que creo que fue la cena con más “clase” y categoría del Tour, en la que recuerdo que reinó un estupendo ambiente y me lo pasé muy bien. No comento las fotos, ya que pienso que hablan por si mismas y no precisan de comentarios...
Y por mi parte nada más en relación con esta Etapa 5, de la que guardo muy buen recuerdo, por la ruta
, por la climatología perfecta
, por las visitas realizadas
, y por el buen ambiente al que contribuyeron los participantes
.