El segundo día el marrakech fue mucho mejor. Hicimos caso a la alicantina y empezamos con un buen desayuno en el hotel, para luego visitar un par de cosas en el interior de la medina pero alejados del mogollón. A la habitación llegaba mal el wifi por lo que el desayuno era el momento de contacto con el mundo que habíamos dejado atrás.
Al primero que queríamos ir, no lo lográbamos. En el plano te pone donde está, pero no tiene la escala necesaria para saber donde exactamente y encima no te pone donde está la entrada, con lo cual es buscar una entrada en una manzana que no es rectangular si no un poco laberintica pues hay calles cortadas sin anunciar y que desde donde empiezas no lo sabes... Tras un buen rato recorriendo el perímetro descubrimos que justo los martes estaba cerrado... Vaya...
Proseguimos el paseo hacia otro palacio, Palais Bahía. Estaba bastante bien, aunque seguro hay algunos más espectaculares en todo marruecos. Era bastante grande y eso que solo se puede visitar parte, pero lógicamente muy lejos de lo de granada, pero bonito, agradable y relajado pues no hay vendedores, ni timadores ni nada.
Tras esto fuimos a ver unas tumbas, la historia es curiosa, la entrada es una callejón infernal y todo muy amurallado, desde el exterior no te das cuenta de que ahí dentro pueda estar eso. Y es que al parecer uno de los que invadieron marrakech, como buen pirado, destrozó todo lo bonito, pero con esto le dio mal rollo por aquello de ser tumbas, por lo que decidió ocultarlo con unas pedazo de murallas.
Al lado hay un hotel con una pintaza increíble, desde cuya terraza hay vistas a las tumbas, no te dejan pasar a menos que vayas a comer, y para cenar conviene reservar, nosotros comimos en frente casi, en un sitio llamado kasbah cafe, que para estar en marruecos no fue barato (unos 12€ por persona), pero me comí unas brochetas de pollo exquisitas. La terraza del hotel es la de más abajo a la izquierda de la cigüeña.
Tras comer y estar bastante tiempo en la terraza disfrutando del aire fresco gracias a los nebulizadores de aire que había instalados proseguimos el paseo. Fuimos a otro palacio, Palais Bidi, enorme, pero totalmente derruido, no merece la pena yo creo ni por el euro que vale entrar salvo que no tengas nada mejor que hacer, además hacía un calor tremendo, todo un patio enorme de adobe recalentado por el sol...
Tras un buen paseo, fuimos a ver la mezquita principal, logicamente a no ser que seas musulman no puedes entrar y no es un buen sitio donde jugartela a desobedecer las normas yo creo, despues un paseo por los jardines que hay tras la mezquita y bajo recomendación de mi suegro fuimos a ver el hotel la mamounia, entramos, lo vimos y nos fuimos. El hotel impresionante, pero los precios descabellados, una ensalada simple 40€... os podéis imaginar el resto, la noche mínimo 500€... No apto para mortales o gente con 2 dedos de frente bajo mi punto de vista.
Tras ese shock económico nos fuimos a un sitio más para nuestro nivel, la plaza y el mercado. Tras una vuelta, volvimos a cenar donde la alicantina. Donde le preguntamos por las excursiones, tras mucho pensar y tirar una moneda al aire contratamos la excursión a las cascadas de Ozoud. Ese día fue el día bueno de las compras.
El día siguiente, madrugón, a las 8.30 nos vinieron a buscar al hotel, un minibus con un conductor, 2 holandesas, 2 sevillanos, 1 que hablaba árabe pero no marroquí y nosotros. Del viaje de ida no me enteré mucho pues estaba inmerso en el final del libro "La verdad sobre el caso harry quebert". A medio camino, en un control de la policía multaron al conductor porque los ocupantes no llevaban el cinturon, pobre. A las 2 horas, dejé de leer pues empezaron curvas y me iba a marear. Una paisaje bastante bonito, me arrepentí de no ir conduciendo yo.
Llegamos y al bajarnos un guía se nos abalanzó, tras un duro regateo guía vs sevillano y yo, accedió a nuestras condiciones. El sitio precioso, bajamos un poco "campo a través" por el lado opuesto al llegar abajo lo cruzamos, donde aprovechamos Sabina y yo para bañarnos (ya que habíamos llegado hasta allí...) y luego subimos por el otro lado. Tras la cascada, se forman varias piscinas y pequeños saltos donde uno se puede bañar muy a gusto.
Tras el baño, paramos a comer, el guía nos dijo donde comer, pero como me había dicho la alicantina "
comer donde sea menos en el sitio que diga el guía" nos fuimos a otro y conseguimos rebajar el precio de 100 a 50 cada uno. Negociar 2 contra uno es mucho mejor y sobretodo si una vez no consigues bajar más un precio te vas al de al lado y le dices desde donde estás dispuesto a negociar, que si no te ofrece menos vuelves al sitio de al lado.
A la vuelta de la excursión pasamos a darle las gracias a la alicantina por la excursión recomendada, nos encantó, a mi de lo que más me gustó del viaje. Y tras esto y cenar en una terraza dando a la plaza nos volvimos al agradable hotel.
Al día siguiente de camino al aeropuerto pasamos por el centro para gastar los últimos dirhams en regalos para la familia.
Al final los gastos se nos fueron bastante, casi 2 mil € una semana 2 personas. Que no está mal pero con tiempo (organizandolo) y cabeza (frente a los timos), bien podría haberse quedado en la mitad Mas o menos haciendo exactamente lo mismo...
En el aeropuerto hice la última foto, que lo siento por la señora, pero representa bastante a gran parte del pais, gente parada sin hacer nada.