Lo primero la crítica feroz: Rozando la perfección
Realmente no le vi ningún pero a la ruta. Hicimos muchas paradas, por la mañana 3 mas de las programadas inicialmente y por la tarde una, pero como fuimos muy bien de horario y con los descansos y servicios adecuados, no se hicieron demasiadas. Nos ayudó ser pocos: paradas, salidas y aparcamientos más ágiles. Lo único que eché en falta fue el llevar alguna reserva para picar -comilón que es uno-
y por otra parte, como dijo mi compinche liante, anotada queda la disposición a hacer salida pic-nic.
Lo segundo. Gracias Uhia por el curro y gracias a todos por venir, conducir, estar, hablar y disfrutar.
Lo tercero, un poco de texto, ya que no tengo cámara, me olvido de hacer fotos y el único medio que utilizo para hacerlas se quedó por lares un poco lejanos el sábado y no podía ir a recogerlo.
Comencé la jornada tempranito, aunque con más descanso que otras que curran por las noches y le echan las hormonas necesarias para venir a las concentraciones
Salí de Santiago a las 6:20 para estar en Rianxo a las 7:00 prepararnos y arrancar a las 8:20, llegando justo a las 9:00 al punto de encuentro
.
Por la autopista, Merche la del gimnasio -de precioso color teja en las fotos- da muestras de cariño, correspondidas por nuestro mazdita: te acoso por aquí, te adelanto por allá, me dejo querer, pues cógeme si puedes en el telepeaje... en fin, flirteando como siempre que se ven.
Repostamos como disciplinados ruteadores y esperamos a nuestro líder
mientras conocemos a Juan e Isabel. Celeste y TK habían llegado practicamente con nosotros. Configuramos los walkies y salimos en la clásica caravana-de-roadsters-pasandoselo-en-grande. Nos desperezamos con un ambiente fresquillo super agradable que nos acompañó prácticamente todo el día, y paladeando los humanizados paisajes de Arcade, Cesantes y Redondela. En Redondela pudimos comprobar los efectos desafortunados del carnaval de verano de la villa. Gente tirada en las aceras e incluso en algún arcén. La nota más colorista : una especie de drag queen-cebra
, apoyado/a en el guarda raíl a varios kilómetros del epicentro de la juerga.
Dejamos a la derecha la estructura que conecta los dos márgenes de la ría, y nos adentramos en Vigo, para disfrutar de las vistas desde Nosa Señora da Guía. Seguimos un rato más en zona urbana, parando en un centro comercial para tomarnos el correspondiente café, que nos daría ánimos para la etapa más larga del día. Salimos de Vigo por Samil, que a esas horas tempranas ya estaba en plena ebullición de playeros-domingueros con ganas de sol, más que legítimas este verano. Ya en la playa del Bao se produjo el
primer segundo avistamiento del día. Nos cruzamos un impresionante roadster de colór rojo. Uhía nos informa por los walkies: ¡un Tesla!!!
Yo solo alcancé a ver que era un precioso deportivo, completamente fuera de lo común, pero no hasta ese punto.
Mañana o pasado, un poco más de seudoliteratura
-Sigo antes de que se me olvide todo-
Por zona muy poblada nos acercamos a Baiona, con Celeste dándonos completa información sobre salas de fiestas, discotecas y garitos varios. Playa y paseos marítimos de lo más apetecible en bici o a pie, para otro dia y otro tipo de excursión. Poco antes de salir de Baiona se produce el tercer avistamiento, o más bien convivencia, como cuando un delfín sigue a un barco durante varias millas. Un porsche boxter que conducía una chica/señora entre 30 y 45 años -mi vista por el retrovisor no da para más precisión, y me estoy columpiando- Capotado, por desgracia, se incorpora en nuestra excursión de roadsters justo detras de nuestro mazda. Nos acompaña a ritmo normalito marcado por alguien delante de Uhia, hasta que en una pequeña zona de permitido adelantar se situa con elegancia detrás de TK y delante de nosotros. Múltiples teoría se formulan por walkie sobre como intentar abducirla, pero todas fracasan. En A Garda se separa de nosotros, aunque hay oscuros rumores de que tenemos su matricula y que va a ser acosada por los solteros del grupo
.
Subimos a Santa Tegra viendo unas sospechosas nubes en la zona de la cumbre. Aparcamos justo a tiempo de ver el mar antes de que la niebla disminuya nuestro ángulo de visión y "solo" podamos contemplar la desembocadura del Miño, Camiña y la foz que está a su derecha desde nuestro punto de vista. Completamos la tercera parada con un refresco en la galería del restaurante y nos bajamos unos metros a ver el castro con sus viviendas reconstruídas. Otros cientos de metros para una bonita foto en formación y nos dirigimos a la zona de curvitas que nos tiene preparada el líder de ruta.
El primer tramo queda un poco malogrado por causa de un monovolumen con poca sensibilidad con nuestra condición de conductores de coches deportivos
Nos resarcimos con una parte, hasta el descanso previo al descenso. Sitio precioso con mesas, vistas al mar y la montaña -y tábanos asesinos :-) . Se hace presente la idea del picnic que no pensamos dejar caer en saco roto. El descenso hacia Oia es precioso y realmente revirado, con horquillas de vértigo. Uhia nos lleva con alegría, y la centralita se me marea, así que me toca aflojar, aunque tampoco daba yo para mucho más ritmo. Nos movemos por Oia y aparcamos como podemos en medio de una rotonda. Quedamos monísimos y en la última curva hicimos las delicias de los niños, que a medida que llegamos van diciendo "Otro,...otro,....otro"
.
-mañana o pasado mas ;-)-
Llegamos exactamente a la hora pactada :-). El restaurante una gozada: Terraza con vistas al mar y al monasterio, sombra, temperatura perfecta, conversación animada y buena comida de raciones. Precio final
muy razonable, por debajo de lo estimado.
Pero somos culos inquietos, así que no se prolonga la sobremesa y nos vamos a ver las ruinas de las baterias de artillería de Cabo Silleiro. Muy interesantes aunque bastante echas polvo, con mini expedición por túneles y escaleras incluída.
Juan e Isabel se marchan para casita en este punto, que aún tienen viaje por delante y el resto hacemos la última parada en el faro de Cabo Silleiro, aprovechando para volver a mirar los coches ajenos. Comentamos la suerte que hemos tenido con la climatología. Fué realmente benévola durante todo el día. No pasamos frío ni calor.
Nos despedimos y damos por finalizada una jornada espléndida, que pensamos recordar y repetir :-)