“Lola Racing Cars”, también conocida como “Lola Cars International” y más comúnmente como “Lola”, es una compañía de ingeniería de automóviles de competición fundada en 1958 por Eric Broadley. Lola tiene su sede en Huntingdon, Inglaterra. Lola es uno de los nombres más conocidos en el automovilismo deportivo. Una subsidiaria de Lola es el fabricante de botes y piraguas “Lola Aylings”. En 1998 fue adquirida por Martin Birrane tras un desastroso intento de incursión en la Fórmula 1.
La Fórmula 1
Lola hizo su primera incursión en la Fórmula 1 en 1962, aportando chasis al equipo “Bowmaker Yeoman Racing” de Reg Parnell, con John Surtees como piloto. El éxito del coche fue inmediato al conseguir la primera posición de partida en su primera carrera. Sin embargo los coches eran un tanto inconsistentes y tras sólo dos temporadas Lola decidió abandonar momentáneamente la construcción de coches para la Fórmula 1.
En 1967 Lola asistió a Honda y Surtees con su coche de Fórmula 1 y modificaron el pesado diseño del Honda RA3000, que fue llamado extraoficialmente "Hondola" por la prensa. A partir de entonces, de vez en cuando Lola continuó produciendo automoviles de Fórmula 1, pero no corrieron bajo su nombre. “Embassy-Hill“ de Graham Hill, “FORCE” de Carl Haas, “Larrousse” y “Scuderia Italia” corrieron con chasis construidos por Lola entre 1974 y 1993 pero con poco éxito, salvo un tercer lugar de Aguri Suzuki para el Larrousse de motor Lamborghini en el Gran Premio de Japón de 1990 como mejor resultado.
A pesar del bajo rendimiento, en 1996 Lola decidió producir un nuevo coche de Fórmula 1 para entrar en el campeonato en 1998, y esta vez con un equipo que llevaría su propio nombre. Sin embargo, el proyecto de la Fórmula 1 fue muy precipitado y estaba mal financiado. Inicialmente, Lola había planificado presentarse en 1998, pero las presiones del patrocinador principal, MasterCard, ocasionaron que Lola tuviera que debutar con su nuevo coche un año antes, en 1997. El coche tenía muchos problemas, pero el peor de ellos era la aerodinámica, ya que nunca había sido probado en un túnel de viento, lo cual era impensable para cualquiera de sus competidores salvo para el austero Minardi. El coche era defectuoso en lo fundamental y la falta de pruebas en un túnel de viento le causó más de un problema. A pesar de los problemas, el equipo confiaba en poder terminar por delante de otros equipos. El resultado fue desastroso: estaban a 12 segundos por debajo de la pole position, los coches estaban totalmente fuera de ritmo y eran incluso más lentos que los coches de Fórmula 3000 de Lola. Tras disputar tan sólo una carrera, el equipo abandonó la Fórmula 1 de inmediato. Desde entonces Lola no ha mostrado interés en regresar a la Fórmula 1 debido a los multimillonarios presupuestos que se requieren. Sin embargo, debido a las nuevas propuestas económicas impuestas por la FIA para 2010, el 22 de abril de 2009 Lola Racing Cars confirmó su intención de entrar de nuevo en el campeonato mundial de Fórmula 1, pero el proyecto finalmente no se materializó.
Aquí, Graham Hill