A finales de los 50 Lister comercializó un deportivo biplaza de motor central delantero que se convirtió en la herramienta definitiva para aquellos pilotos privados tanto del Reino Unido como de Estados Unidos que querían vencer en carreras de sport.
Brian Lister tuvo acceso a los motores y las cajas de cambio de los D-Type con los que Jaguar había dominado en las 24 Horas de Le Mans entre 1955 y 1957. Con esta estrategia el entonces propietario de Jaguar, Sir William Lyonsm quiso que el nombre de su compañía siguiera vivo en el mundo de la competición sin tener que seguir realizando grandes inversiones.
El resultado fue un deportivo compacto, ligero y aerodinámico que fue bautizado como Knobbly por la protuberancia de su capó delantero bajo la cual se escondía el potente motor de seis cilindros y 3,8 litros de Jaguar.