Etapa 10. Lepuix – MittelwihrLo primero que pensé al despertar es que en esta etapa de nuevo una parte de la expedición tenía que abandonar la misma. Es algo que ya sabíamos desde el principio del Tour, pues Jmaben –Javi- y Gema por motivos laborales sólo podían hacer las nueve primeras etapas. El caso es que otra vez había que afrontar el punto de tristeza y de bajón que traía consigo la segunda despedida en el Tour (recordaremos que parte de los compañeros habían vuelto a casa en la Etapa 5). También, al igual que había ocurrido en aquella etapa, el día amaneció tristón y amenazando lluvia. En realidad en base a la previsión meteo ya sabíamos que tras nueve días de buen tiempo el cielo iba a revolverse un poco en las próximas jornadas, y en las etapas de Alsacia y Selva Negra la lluvia sería prácticamente segura.
Antes de desayunar bajé a hacer una rápida visita a los coches en el parking del hotel observando que los dos blanquitos estaban juntos, con clara transgresión de las normas estéticas del Tour…


Un rato más tarde desayunando en el hotel.

Y tras desayunar, hubo tiempo aún de disfrutar de un cafetito en la terraza.


El hotel tiene una agradable finca privada con riachuelo y estanque incluidos, y nos dimos un paseo en curso del cual a esta gente parece que le entró un extraño impulso y comenzó a hacer cosas un poco raras, diría yo…. ¿o no?


Bueno, se impone la cordura…la locura parece que fue temporal.

Ésta foto se la dedico expresamente a nuestros amigos Gema y Javi, que un rato más tarde dejaban el grupo para retornar a casa. Nos dejaban unos grandes compañeros de ruta en todos los aspectos, tanto en el plano roadstero como en el plano personal, con quienes compartir las 9 primeras etapas del Tour había sido una muy grata experiencia.

Salimos todos juntos del hotel y aún hicimos los primeros tramos de la etapa con Javi y Gema, subiendo primero al Ballon de Alsacia y continuando después al Grand Ballon, …bosques, bosques y más bosques y carreteras muy roadsteras con sucesiones de curvas continuadas; sólo hubo un problema…y es que el pronóstico meteo se cumplió al pie de la letra y comenzó a lloviznar. Nos despedimos en una cafetería en lo alto del Grand Ballon, la mayor altitud de Alsacia y lamentablemente me olvidé de hacer la foto de grupo que el momento habría requerido.
Continuamos la ruta ya con el grupo de roadsters limitados a 4 –la mitad de los que habíamos iniciado el Tour- dispuestos, aún así a disfrutar todo lo posible. La carretera era muy agradable, la lluvia no duró mucho, y nos permitió descapotar ruteando a través de un paisaje de montaña en el que las nubes jugaban con las crestas y los valles a través de la llamada, nunca mejor dicho, “
route des crêtes” -ruta de las crestas-. Algunas fotos:

Todos aquí rodeando a
Blanquito

Tony con su
Blanquito 2
Marian sobre fondo de nubes y bosques.

¡Dónde había quedado el grupo de 13 que iniciamos el Tour! Ahora no éramos más que los de la foto más el que estaba detrás de la cámara, pero aún así estábamos dispuestos a continuar pasándolo lo mejor posible.

El capot de blanquito con fondo de nubes y bosques; era el paisaje de los bosques de Alsacia del que aquel día disfrutábamos.

Más ruta, más tramos de media montaña y en una parada más adelante saqué estas tres fotos a este trío de personajes: “cada loco con su tema”



Más tarde ruteamos por la región de los lagos de Géradmer , y en vista de que la meteo no era nada segura para montar un picnic decidimos buscarnos una terracita a cubierto con vistas a un lago, lo que tampoco estuvo nada mal

.

Ya por la tarde hicimos una visita a la bonita ciudad de Colmar, una de las joyas de Alsacia, dejamos los coches en un parking en el centro, y nos fuimos a dar un largo paseo a pie por el casco viejo con parada-refigerio incluida para tomar unos cafés. Las últimas fotos de esta etapa, durante nuestro paseo por Colmar, con un casco antiguo de típica arquitectura alsaciana. Eran ya las siete de la tarde de un sábado, la gente estaba empezando a ocupar las terrazas y restaurantes para cenar, había música en las calles…y un ambiente tranquilo.



Nuestro hotel estaba a un tiro de piedra de Colmar y allí nos fuimos. Esa noche la recepcionista del hotel -que aunque no era tan guapa como la "amiga de Tony" -
Justine- que nos había atendido en el hotel del día anterior, si era muy simpática y atenta-, nos recomendó ir a cenar a un restaurante típico alsaciano en un pueblecito cercano en el que, igualmente siguiendo su recomendación, debíamos cenar a base de
“tarte flambée” , una especialidad de Alsacia, especie de pizza muy fina –aunque los alsacianos aborrecen que se compare con la pizza, pues para ellos un sacrilegio- y ciertamemente nos pusimos materialmente morados de
tarte flambée que estaba muy buena y que acompañamos de unas cervezas como la ocasión requería.
Tras la cena y de vuelta al hotel, y como nos quedaba de camino, decidimos dar un paseo por el precioso pueblo de Riquewihr, una joyita alsaciana que merece un rodeo. Y la verdad es que nos gustó tanto que repetimos visita de día en la mañana siguiente nada más inciar la etapa, dado que estaba a cinco minutos de ruta de nuestro hotel.
Era cerca de la medianoche cuando nos fuimos a dormir, pensando que afortunadamente al día siguiente había más Tour. Había sido mucho lo vivido hasta ese momento, pero aún veíamos muy lejos el final del mismo, y es que ¡ faltaban 7 etapas todavía!
Espero que os haya gustado este pequeño resumen , aunque como habéis podido comprobar no tengo muchas fotos de esta décima etapa y es algo parco, pero es que hay días que uno se olvida casi de la cámara, aunque ya vendrán otras etapas con más amplia ilustración.
