Etapa 9. Passenans – LepuixEn el hotel en el que habíamos hecho noche compartía habitación con Tony (ZCuatro), una habitación que me gustaba especialmente dado que estaba en la planta baja y tenía una terraza que daba directamente a la piscina. Eran algo más de las siete y media de la mañana cuando teníamos abierta la puerta de la terraza y repentinamente se oyó una especie de resoplido en el exterior, Tony sale fuera y me avisa diciendo que mire para arriba y resulta que teníamos sobre nuestras cabezas lo que sale en la foto. Fue un buen saludo matinal inesperado.

Por cierto, noveno día del Tour y noveno día de buena meteo. Desde luego no podíamos quejarnos, pues la estabilidad del tiempo en el centro-norte de Francia, aun en pleno verano, no es evidentemente la de Alicante…!. Un rato más tarde andábamos enredando con la habitual sesión de detallado y ¡cosa rara!... Tony metido en faena…lo que no es demasiado frecuente ya que de cada cuatro días más o menos limpia el coche uno…y a veces se deja las llantas ya que es demasiada tarea… y es que el virus no puede con él y ha demostrado sobradamente que permanece inmune. Aun así éste era uno de esos días en que le pica la moral y pilla la balleta.

Tras el desayuno, la habitual “sesión rutómetro” en una agradable terraza con vistas a los roadsters.


Nuestro amigo Tony, muy querido para todos, aunque él cada día que pasa
“nos odie más” por razones que nadie alcanza a comprender.

Cargando ya las maletas para salir inmediatamente.

Y nos vamos! Como puede verse, el hotel de etapa tenía una instalación muy agradable en una zona elevada y con una gran finca privada.

Un rato más tarde una primera parada en un punto panorámico.

Javi y Gema en modo romántico.

La siguiente foto en un mirador sobre el pueblo de Salins les Bains, una estación-balneario del Jura

¿y éstos qué pretenten?... ¿saltarse la reja?
Bien, seguimos la ruta y algo más tarde nos fuimos a dar un paseo por la zona del nacimiento del río Lisson, un río que nace en una cueva situada en medio de bosques; el río nace en una cavidad de la roca que luego veremos, situada en la parte más inferior del valle, pero en una zona algo superior hay una segunda cueva por la que también sale el mismo río cuando el nivel freático aumenta lo suficiente como para que alcance dicha salida superior. Concretamente en esta foto estamos en esta salida superior, aunque en el mes de agosto el nivel freático estaba a un nivel muy inferior y la cueva estaba seca. Aún así el sitio es bastante impresionante, lo que en absoluto se aprecia en la foto, y si uno mira hacia arriba cuando está cerca de la boca de la cueva tiene sobre su cabeza un enorme techo de roca situado 60 metros más arriba.


De paseo por este entorno priviliegiado.

Y ahora sí, estamos en la cueva inferior en el nacimiento natural del Lisson, que constituye la segunda fuente más potente del Jura francés tras el nacimiento del río Loue que visitamos algo más tarde en esta misma etapa.

Y ahí tenemos a Angelito con cara de pillo, que por cierto, quería quedarse detallando ¡otra vez! en lugar de hacer el paseo a pie hasta el río. Así que para que nos acompañase tuve que ponerme en “modo serio” con amenaza de inmediata invitación a abandonar el Tour –su tabaco gracias- en caso de persistir su actitud aislacionista …el caso es que finalmente se animó a venir y creo que hizo bien ya que se habría perdido uno de los puntos interesantes del Tour.

Ruteando luego por una pequeña carretera por donde nos dirigimos a un restaurante rural de la zona, la verdad es que en esta etapa nos olvidamos de parar en un super o una tienda a comprar las viandas para el picnic, pero aun así hicimos una comida agradable en un sitio bastante rústico del que no tengo foto.

Y como esta etapa era de ambiente muy fluvial, algo más tarde nos dirigimos al nacimiento del río Loue y ahí tenemos la foto. Puede verse la diferencia con el Lisson, en el cual la cascada cae sobre un pequeño lago, mientras que en la Loue forma directamente un torrente.

Sensación de relax, ambiente tranquilo y el permanente sonido ambiental del agua saliendo de la cueva

Una bonita foto de
“Mister ZCuatro multiodios” 
Y aquí dos de esas fotos ya típicas de los Tours que de vez en cuando ponen de manifiesto
“lo bien que lo estábamos pasando…”
Aunque en ésta Miguel se ha despistado y sale con el paso cambiado…véase el contraste de caras

Bueno, al final resulta que parece que no lo estamos pasando tan mal.

Aunque las chicas parece que se lo estaban pasando mejor todavía…

Y….una pena…. porque a partir de este momento y como a veces me pasa, me olvidé de la cámara

y no hice más fotos de la etapa, y eso que tuvimos una tarde bastante curiosa en la que ruteamos en bastantes kilómetros al borde del río Doubs, paramos luego en un super a hacer compras varias y cuando estábamos en el parking se dirigieron a nosotros dos franceses en distintos momentos para charlar de los coches, y hay que decir que Miguel se puso muy contento

porque a ambos su Z3 fue el que más les gustó del grupo.
En realidad lo peor del olvido de la cámara vino luego, dado que en durante la cena habría mucho que retratar.
Hicimos noche en la Hostelería del Salto de la Trucha, llamada así porque es un hotelito rural situado justamente al lado de un salto de agua que así se llama
“Saut de la Truite”, y además tiene estanques con truchas en su jardín que bajan a pillar si has elegido trucha en el menú de la cena, lo que ocurrió en nuestro caso

-pescado más fresco, imposible!-. Pero esa no es la principal anécdota digna de comentario, hubo otra bastante más “jugosa”.....

En realidad estábamos alojados en un hotel de cuidado diseño y con una mesa de impecable presentación, cena con luz de velas, y una guapa y elegante camarera nos atendía con una delicada sonrisa acompañada del dulce acento y entonación de la lengua de Molière. A Tony parece que le gustó especialmente el ambiente (y seguramente la camarera…

) y decidió hacer una visita al baño para asearse adecuadamente y adecuar así también su compostura al ambiente y nivel del restaurante; ya en el baño reparó en una atractiva botella de cristal que contenía una delicada esencia

, y pese a que es hombre austero y recio en sus costumbres debió considerar que la ocasión bien merecía darse unos toques con aquel perfume ….
sin reparar que en lugar de colonia se trataba de ambientador que el hotel ponía a disposición de los clientes para para perfumar el baño tras la utilización del retrete……

el resultado fue que a lo largo de toda la cena Tony exhalaba un perfume de tal intensidad que se percibía a varios metros de distancia invadiendo todo el entorno de nuestra mesa…perfume que a todas luces no debió pasar desapercibido para la camarera que, ciertamente muy educada, reprimió cualquier mínimo gesto que identificase lo que en realidad estaría pensando.

Por lo demás fue una cena delicada y excelentemente servida –las truchas estaban exquisitas- Resta por decir que en algún momento de la cena fue absolutamente imposible reprimir las risas por la aludida confusión, que fueron sonoras y sonadas en todo el grupo, incluido Tony que supo encajar el tema con excelente buen humor, pero……lástima de fotos.
Moraleja:
Eau de Cologne no es lo mismo que Parfum d’Ambience.
Antes de utilizar, léase lo que pone el frasco.Y termino con una foto de nuestro querido amigo Tony, que en vista de la soberana broma y de las risas que a costa de su confusión de colonia y ambientador nos tiramos todos sus compañeros de Tour, se enfundó su
"túnica de la madre abadesa” -el entendimiento de esta jerga queda reservada exclusivamente a los participantes del Tour-, pilló la biblia y con gesto reprobador nos recuerda el castigo divino que nos espera ante tan poca caridad cristiana con él demostrada.
