Etapa 8. Cluny - PassenansComo había comentado en la etapa anterior, el hotel en el que habíamos pasado la noche tenía la particularidad de estar ubicado exactamente en el lugar que en otros tiempos ocupaba la nave principal de la abadía de Cluny, que en el siglo XII era la iglesia románica más grande jamás construida y un punto neurálgico del saber y cultura europea de la época.
El hotel tenía un buen número de reproducciones y maquetas de la antigua abadía, y entre ellas una enorme situada en la sala de estar y junto a ella nos hicimos unas fotos. La parte que hoy existe de la abadía es la que en la maqueta aparece de color arena. Prácticamente sólo ha quedado en pie la parte del crucero lateral situado a la derecha de la nave principal de la iglesia y uno de los claustros, mientras que la parte blanca, incluyendo toda la nave central, se la cargaron en las guerras europeas de la religión y sólo restan de la misma algunos vestigios. Impresionaba adivinar allí en Cluny lo que fue la mayor basílica europea (su nave principal tenía prácticamente el mismo tamaño que la de San Pedro de Roma, construida muchos siglos después).


La gatita del hotel sabía muy bien a quien debía acercarse para obtener unos mimos, aunque desde luego, de haber estado allí nuestro amigo Imaracing tendría mimos adicionales asegurados sin duda ninguna.

Charlando en la sala de estar del hotel antes de salir.

En esta ocasión la etapa tuvo en su primera parte un claro tinte cultural dado que dedicamos una buena parte de la mañana a visitar la abadía de Cluny, bueno en realidad más bien lo que queda de ella.
Posando delante de nuestro hotel de etapa que, como he comentado ocupa un espacio en el que antaño se ubicaba la nave principal. De hecho a la izquierda se aprecian restos de lo que era el suelo dicha nave.

A punto de entrar en la abadía por una de las partes de la misma que afortunadamente se conservan; al fondo se ve el hotel en el que hicimos noche.

Una foto sacada durante nuestra visita a la abadía, estamos en uno de los patios interiores de la misma.

Y tras esta visita cultural de inicio de etapa pillamos los coches y emprendimos la ruta. La foto saliendo del hotel.

Tras aproximadamente una horita de ruta hicimos una parada en el pequeño pueblo amurallado de Brancion, nos dimos un paseo por el mismo y sacamos, entre otras, esta foto. Todos muy guap@s.

Ángel parece que debió quedar bastante cansado de tanto patear por la abadía de Cluny porque a la mínima oportunidad se pilló la horizontal, una posición que particularmente le va como bien hemos podido comprobar a lo largo del Tour. Al fondo de la foto vemos a Gemita, que debía estar practicando alguna especie de baile


Amigos para siempre. Éstos, al menos “no se odian”

A lo largo de la mañana y en la primera parte de la tarde continuamos atravesando tierras de La Borgoña, y llegada la hora de comer decidimos hacer nuestro picnic en el pueblo de Tournus, en un sitio junto al río Saône con vistas al pueblo y su bonita abadía medieval, que por cierto pertenecía a la misma Orden de Cluny y es práticamente de la misma época, aunque esta de Tournus conserva íntegramente su estructura original.


Tras el picnic nos fuimos a dar un paseo por el pueblo y a tomar un café de sobremesa. Aquí estamos atravesando el puente sobre el río para ir a visitar el pueblo

Río por cierto navegable, fijaros que pedazo barco de pasajeros acababa de pasar justo bajo el puente sobre el que nosotros estábamos.

Y cuando estábamos en el puente, además del barco pasó otra cosa interesante, en este caso no por debajo, sino por encima del mismo.

Y mientras tanto éstos, que tanto se odian, poniendo ese odio de manifiesto.

Y llegó el merecido “momento café” en la
Maison de Marion
Desde la mesa teníamos buena vista sobre la abadía de Tournus, que visitamos después del café, muy bonita por cierto y con una sorprendente cripta inferior de grandes dimensiones.

Nuestra amiga Gema.

Tras la visita retomamos los coches, pues había mucho que rutear que teníamos todavía bastante Etapa por delante.

En la parte de la etapa que vino a continuación dejamos poco a poco la región de La Borgoña para entrar en la del Jura francés, de paisajes muy verdes en los que se suceden bosques, praderas, ríos, lagos y pequeños cañones y gargantas. Aquí tenemos el circo de Baume visto desde un mirador situado junto a la carretera.

Nuestros queridos amigos Miguelvet y Marian

Un rato después llegábamos a uno de los muchos lagos que hay en la región, el lago de Chalain, y ahí tenemos a Zcuatro y a Miguel y Marian en un mirador sobre el lago


Y seguimos ruteando para dirigirnos a las cascadas de Herisson; son un conjunto de cascadas que se visitan en un recorrido a pie de varios kilómetros por un sendero, pero nosotros nos quedamos en la primera, la cascada “del abanico” situada a unos 500 metros del inicio del recorrido.
La foto siguiente en el camino que se dirige a la cascada.

Y hemos llegado. Lástima que en esta época del año –finales de agosto- la cascada esté en el régimen de caudal mínimo.


Nuestro amigo Tony –Zcuatro- paseando por el bosque.

Y termino una con otra foto en el bosque que rodea las cascadas de Herisson, en el que sale retratado quien esto escribe.

A partir de este momento entramos en las
Angel’s hours –el que siga el hilo del Tour ya sabe lo que esa expresión significa-, pusimos nuestra música favorita y ruteamos por una “carretera Imaracing” hasta llegar al hotel; la temperatura era perfecta, la carretera serpenteaba en medio de bosques y verdes praderas y en el horizonte la puesta de sol; fue un fin de etapa de esos de puro placer roadstero.
El hotel de esta etapa estaba situado en un bonito lugar en plena campiña. Cuando llegamos nos estaban ya esperando; en realidad éramos los últimos clientes que faltaban por llegar y nos recibieron con mucha simpatía y, naturalmente,
“nos dieron de cenar” 
; el comedor estaba bastante animado y como la noche estaba agradable nos situaron en una terraza con vistas. Había sido otro estupendo día de verano y una etapa bastante diversa y variada en sus contenidos.