Bueno chicos, como han pasado ya cuatro días desde que se abrió la Etapa 3 y con el fin de no retrasar demasiado el desarrollo del hilo, ahí va mi resumen de la....
Etapa 4. Vic sur Cère - SalersDe nuevo amaneció un estupendo día de verano aunque a las 7 de la mañana hacia fresco en el Col de Curebourse en el que estaba nuestro hotel de etapa, casi a 1.000 mts de altitud; desde allí se apreciaban bonitas vistas sobre el valle de Vic s/Cère.
Al ordenar mis fotos de esta etapa me vino a la cabeza una frase del amigo Zcuatro cuando hace unos días comentaba que éste había sido el Tour de las personas, y es que me di cuenta de que tengo bastantes más fotos dedicadas a las personas, a los componentes del Tour, que a los roadsters.
Y comienzo ya con la primera foto de la etapa: 8:30 horas desayunando en el jardín del hotel . El día pintaba estupendo.
Un rato más tarde iniciábamos la ruta y tras unos veinte minutos de recorrido llegamos a la base del Plomb du Cantal donde tomamos el teleférico que sube a esta montaña, que con altitud cercana a los 1.900 mts, constituye una de las mayores elevaciones del macizo central francés. Las dos fotos siguientes volando materialmente hacia la cima.
Ya arriba tocó estirar las piernas con un paseo desde la base del teleférico hasta la mesa de orientación situada a unos cientos de metros más arriba. Desde allí se divisa un gran panorama sobre el departamento de Cantal, que ocupa el sur de la región de Auvernia.
Una foto del grupo casi al completo; por detrás de Imaracing y Gabi se aprecia bien el Puy Griou y la montaña piramidal que se ve al fondo es el Puy Mary, del que hablaremos luego.
Y en otra foto ahí estamos señalando el infinito. Al fondo se aprecian unas manchitas blancas que son vacas que salpican el paisaje de la región
Más tarde continuamos ruteando a través de paisajes de carácter pastoral con grandes praderas en las que cientos de cabezas de ganado vacuno pastan a sus anchas. Sobre la marcha decidimos hacer el picnic de mediodía al borde de un pequeño lago.
El entorno era tranquilo y agradable, tanto, que extendimos un largo rato la sobremesa en la que unos se dedicaron a relajarse, otros a charlar, y algunos a dormir una siesta: Algunas fotos de estos momentos de sosiego y tranquilidad.
Pero otros se dedicaron a seguir con sus
“odios y guerras” particulares. Uy que miedo!!!
Bonita foto de todo el grupo al completo tras la comida-picnic
Venga! una sesión “ lounge après-midi”… en una terraza para disfrutar de un merecido café de sobremesa, y es que no todo va a ser ruta.
Esta foto tiene la virtud de que además de mostrarnos a los personajes majos y simpáticos que en ella salen retratados, tiene como fondo al Puy Mary, una de las montañas míticas de Auvernia a la que ascenderíamos a última hora de la tarde. En la parte media del monte se ve el perfil de la carretera que sube hasta un parking en el Pas de Peyrol. Desde allí se sube a pie a la cima.
Tres fotos dedicadas a nuestros colegas Miguelvet, Imaracing, y Jmaben sobre fondo de paisaje “auvergnat”
Hay quien no desaprovechaba la ocasión de hacer nuevos amigos
La ruta de esta etapa nos salió en realidad
a su manera y no a la manera inicialmente prevista. Me explico: a media tarde alguno de los coches necesitaba gasolina pero era domingo y no todas las gasolineras estaban abiertas; esta circunstancia, junto con el hecho de que nos encontrábamos en una zona muy apartada de los centros urbanos y con gasolineras escasas, motivó que debiéramos realizar un considerable rodeo de ida y vuelta para localizar una estación de servicio, lo que a su vez provocó un cambio de itinerario de bastante rango sobre el inicialmente previsto, pero bueno, todo se solventó con buena filosofía.
Una foto sacada en ruta cuando pasábamos junto al castillo de Pesteils, situado en la localidad de Polminhac.
Afortunadamente y pese al cambio del trazado pudimos hacer la prevista ascensión a pie hasta la cima del Puy Mary. La subida se realiza en unos 20 minutos por un sendero habilitado en fuerte pendiente. Aunque a algun@s les imponía algo la ascensión, los más intrépidos tiramos para arriba, y pese a algún “gripaje” momentáneo en algunos momentos de la subida que obligaba a pararse y tomar resuello, la cima no se nos resistió.
Aquí tenemos en la siguiente foto a Tony (ZCuatro) en la primera parte del camino de ascenso que se inicia en el parking que se ve al fondo. Era el comienzo del ascenso y quedaba muuuuuuucho por subir para llegar arriba.
Por cierto, ZCuatro se enfundó para la ocasión la cazadora de Marimar, lo que en absoluto pasó desapercibido para las chicas del Tour que apreciaron lo bien que le sentaba a un tío deportista y definido como él, hasta al punto que les oímos sotar un….
¡está bueeeenoooo…! Definitivamente, éste ha sido un Tour de depravación…
Ascensión culminada con la satisfacción correspondiente y como premio unas imponentes vistas panorámicas.
Estamos ahí, arriba del todo!
Algunas fotos sobre el monolito que culmina el Puy Mary. Todos felices y contentos!
Ya de nuevo abajo en la base de la montaña con un par de fotos dedicadas al SAS de Imaracing con su color gris plata a juego con el cielo del atardecer sobre las montañas de Auvernia.
La última parte de la etapa hasta llegar al hotel fue seguramente la más divertida del día para una mayoría del grupo, aunque hay también quien con toda seguridad pensaría que la carretera era en algunos tramos demasiado estrecha y que se circulaba un poco rápido….y es que en nuestro grupo de 8 coches había sensibilidades de ruteo con matices distintos, aunque he de decir que a lo largo de todo el Tour no existió el más mínimo problema de acople.
Las Angel’s hours de la etapa con las luces y sombras del final del atardecer discurrió por pequeñas carreteras con buen asfalto: bosques, ríos, curvas enlazadas: derecha, izquierda, derecha, otra vez izquierda, una pequeña recta, río, puente,, bosque, pradera, de nuevo vienen las curvas, horizonte y paisaje por la izquierda, otra vez curvas enlazadas metiéndonos en un espeso bosque…todo está envuelto en la tranquilidad, no hay coches, no hay circulación, estamos prácticamente solos en la carretera y únicamente se escuchan sonidos de cencerros aquí y allá… de repente alguien avisa por el walkie que toca hacer una repentina parada técnica pero enseguida retomamos la ruta y finalmente llegamos al hotel -como no podía ser de otra manera- casi al límite del horario para las cenas, pero una vez más el ya clásico
“ no nos van a dar ni de cenar” no triunfa
...y cenamos, claro que cenamos!
Última foto en el momento de llegar a nuestro hotel de etapa. La ruta había finalizado, aunque la jornada se completaría comentando algo más tarde y en torno a la mesa las tropecientas anécdotas de la jornada. Había sido otro día con muchos buenos momentos para recordar.