Etapa 11. Mittelwihr - BirkenwaldAmaneció un día nuboso pero sin lluvia, y cuando con el ritual acostumbrado bajé al parking a limpiar un poco el coche lo primero que pensé es que de los ocho coches que iniciaron el Tour quedaban la mitad, cuatro, aunque pensé también que afortunadamente ya no habría ninguna otra “baja” en las restantes 7 etapas que teníamos todavía por delante.
Y vamos a ilustrar un poquito esta décima etapa. En la primera foto tenemos a Zcuatro, rutómetro en ristre, cuando estábamos estudiando el trazado de la Etapa tras desayunar.
Y ahí tenemos a nuestro amigo Ángel en la terraza del hotel haciendo buenas migas con un gatito que, según nos contó una empleada, un buen día apareció por allí y decidió quedarse de huésped.
Los coches preparados para salir delante del hotel.
Mis cuatro colegas de Tour.
Y aquí tenemos a Miguelvet y Marian.
Nada más salir del hotel nos dirigimos al pueblo de Riquewihr para dar un paseo por sus viejas callejuelas bordeadas de típicas casas de arquitectura alsaciana. Z cuatro muy bien plantado en una de las murallas exteriores del pueblo.
Y ya estamos de paseo por el centro del pueblo, que es una cucada.
Los “odiados” Miguelvet y Tony; me río yo del odio que se profesan.
El interior de una de las pastelerías del pueblo cuyas pequeñas delicias no pintaban mal.
Tras unos kilómetros de ruta llegamos a otro bonito pueblo: Kaysersberg, una pena que comenzase a lloviznar pero aun así disfrutamos del paseo. Las fotos nos hablan acerca de lo pintorescos que son los pueblos de esta región francesa.
Dos personajes, dos tonalidades: azul y rojo.
Tras un nuevo tramo de ruta llegamos a uno de los puntos más interesantes de esta etapa: El castillo del Haut Koenisgbourg, el más grande e imponente de Alsacia. Está en lo alto de una montaña dominando toda la comarca, y al llegar arriba nos sorprendió ver la enorme cantidad de coches que había en el parking; eran cientos de personas que estaban visitando el castillo, pero como es tan enorme dentro del recinto amurallado no parecía que hubiese tanta gente y la visita se hacía cómodamente.
La primera foto sacada desde la zona de parking antes de entrar en el castillo.
En una de las puertas de acceso al recinto.
Marian y Tony ascienden a la plataforma superior.
Ya en la plataforma superior tenemos otra entrada al cuerpo principal del castillo.
Un impresionante pozo con más de 60 metros de profundidad (equivalente a la altura de un edificio de 20 plantas) que abastecía de agua al castillo.
Al fondo la llanura alsaciana y el valle del Rhin.
En una de las salas del interior del castillo.
Marian y ZCuatro (desconozco quien es el personaje que está detrás).
Dos fotos que no precisan de mayor comentario…., ¡estos dos!...... y como bien se aprecia, las vistas desde el castillo son prácticamente aéreas.
Las curiosas fotos siguientes las saqué desde los puntos de tiro para la defensa estratégica del castillo.
Otra foto desde una de las torres.
Y como era la hora de comer, decidimos comer en el restaurante del castillo; ZCuatro, como no podía ser de otra manera, zampándose el postre de turno.
El caballero de la mano en pecho departiendo con la bella dama.
En sesión de tarde continuamos ruteando por una región llena de bosques con carreteras llenas de curvas, para algo más tarde aterrizar en el pueblo de Obernai, y otra vez vemos la bonita y típica arquitectura alsaciana por todas partes.
Ya en la última parte de la ruta, y no lejos del hotel de fin de etapa dimos un paseo a pie hasta una cascada. La foto en un mirador.
Preparados…
Listos…
¡Ya! ….No hay foto del resultado del lanzamiento, aunque la fotógrafa estaba con la máquina preparada, habrá que pedirle el resultado de la misma.
Y como a Ángel ese tipo de juegos no le convencían demasiado, se quedó sentado observando la escena con cierta socarronería.
Los pensadores de Rodin.
En el camino de regreso a los coches nos encontramos con unos caballos con los que Miguel y Marian enseguida hicieron buenas migas.
Estábamos ya muy cerca del hotel, al que yo llegué algo retrasado al confundir un cruce en el mapa con el siguiente, que estaba muy cerca y era en realidad el que debíamos tomar, en ese momento no se porqué el grupo se partió y yo fui por un lado y los otros tres coches se fueron por otro siguiendo a ZCuatro. El caso es que ellos siguieron el gps de Tony y llegaron al hotel bastante antes que yo que hice un rodeo por otra carretera, pero bueno...ya se sabe que el roadleader nunca se equivoca… ….y si se equivoca es igual, que para eso es el roadleader…
Y tras una agradable cena nos fuimos a dormir.