Un Mercedes 300 SL Gullwing, modelo también conocido como 'Alas de gaviota', acabó destrozado después de que el mecánico que lo acababa de reparar, decidiera probarlo. El siniestro tuvo lugar en el norte de Stuttgart (Alemania).os que aman los coches y toda su parafernalia, sienten un poco suyo el dolor que supone ver un clásico o un superdeportivo destrozado, aunque no tengan nada que ver con víctima y ministrado. Aunque no es la mejor manera de empezar de nuevo la rutina tras las vacaciones, no queda más remedio que hacerse eco de la última noticia que nos llega desde Alemania, esa falsa cuna de la precisión y la templanza, donde un Mercedes 300 SL Gullwing alzó demasiado el vuelo y acabo machacado cuando el mecánico que lo reparó decidió probarlo con nula fortuna.
La historia ha sido mil veces contada: un coche cuyas formas embaucadoras incitan a la velocidad, un terreno propicio y un temerario conductor cuya confianza en si mismo es pura ilusión. En este caso concreto, el accidente sucedió el pasado miércoles, en vísperas de las vacaciones de Pascua. El vehículo, un Mercedes 300 SL Gullwing, había sido restaurado por
Mechatronik, especialista en reparaciones de coches clásicos.
El conductor, un mecánico de 26 y su acompañante de 19 salieron ilesos del accidente. No así la cartera del propietario de este clásico 'Alas de gaviota', pues
los daños están estimados en cerca de 650.000 euros. Una cifra que sonrojaría y volvería loco a cualquiera. A todos menos a su propietario, pues parece ser que tan solo dijo que el coche coge muy bien las curvas siempre y cuando se sepa conducir correctamente. Solo faltaba...