Muy bonitas fotos Charl, muchas gracias
Por mi parte doy paso ya a las fotos y comentarios de la Segunda Etapa, y espero que os guste. Estáis todos muy guapos/as
Etapa 2.- Sta. Eulalia de Totana –Caravaca de la CruzEl sábado santo amaneció un precioso día de primavera. Me desperté pronto, y con el permiso de ZCuatro -ya acostumbrado a sufrir de mis actitudes tempraneras- abrí la puerta del balcón de la habitación para disfrutar de las vistas del jardín del monasterio amenizadas con sonido ambiental de trinos de pájaros.
Un rato más tarde bajé al parking, viendo que Miguelvet y Juanjo ya andaban enzarzados con la bayeta dándole mimos a sus roadys para dejarlos en perfecto estado de revista. Si es que esto del detail se ha convertido en un verdadero rito matinal para algunos
Así lucía en aquella mañana el parking del monasterio-hotel de Sta. Eulalia de Totana.
Por ahí anda Ángel preparando su zeta para la ruta del día.
La botella del Quick Detail no pasa desapercibida….Como puede verse, el virus está ampliamente extendido en el club.
De regreso al hotel para desayunar saqué esta foto a RaúlZ y JuanjoRoquetas en el balcón de la habitación que compartían.
Los coches ya alineados en el parking justo antes de iniciar la ruta.
Charla animada antes salir. Ángel con ZCuatro, y Naty se dirige a su coche.
Un rato antes había llegado NCesar con su chica Noelia para incorporarse a esta segunda etapa. Ahí le tenemos a la derecha charlando con Gabi.
Una foto de la familia roadstera de esta etapa. Por cierto, comentar que nos llevamos una inesperada sorpresa cuando un Mercedes SLK gris no previsto inicialmente se incorporó a la ruta; finalmente supimos que se trataba de un colega de la zona que se enteró de la conce por el habitual e-mail de aviso que el club envía en los eventos oficiales, y ni corto ni perezoso pilló el roady con su chica y allí aparecieron; gente maja!
A punto de iniciar la ruta.
La etapa se inició con el ascenso a un mirador cercano al monasterio, desde donde se disfruta de excelentes vistas del valle en el que se enclava el mismo en las estribaciones de la sierra; desde allí, lanzando la mirada en otra dirección hay también una buena vista del pueblo de Aledo en de un paisaje distinto y de contraste.
Un par de fotos tomadas desde lo alto en las que se aprecia el monasterio-hotel en el que hahbíamos pernoctado. En la primera se aprecia bien la soledad del lugar en el que se emplaza el monasterio, y en la segunda aparece una parte del grupo.
En otro punto del mirador observando el panorama en dirección al pueblo de Aledo.
Y una vista del pueblo de Aledo tomada precisamente desde aquel mirador.
Entretanto algunos se divertían a su manera…
Precisamente en Aledo paramos, pillamos las viandas para nuestro pic-nic que haríamos en esta jornada en el corazón de Sierra Espuña, nos tomamos un café en un bar del pueblo, y dimos un paseo por sus callejuelas hasta la torre del castillo. Raúl parece que está a punto de emprender el vuelo.
Mauro y Naty (los identificamos con el nick “Charl” en el foro), con fondo de una de las torres de la iglesia del pueblo.
Y ya estábamos todos deseando rutear por las pequeñas carreteras de la sierra, que no nos defraudaron en absoluto; es más, sorprendieron a muchos, entre los que me incluyo, por el trazado tan ratonero en muchos casos repleto de curvas en paella con fuerte pendiente. Un par de fotos ruteando por la sierra.
Acabábamos de culminar el ascenso hasta el mirador de Collado Bermejo; al fondo se aprecia el Morrón de Espuña que alberga en lo alto unas instalaciones militares de acceso restringido.
En el punto panorámico del mirador. El día estaba espectacular con temperaturas de primavera avanzada.
Desde Collado Bermejo se disfruta al fondo de la vista de los llamados Barrancos de Gebas, una zona protegida de la región de Murcia con un paisaje de tipo desértico muy particular.
Más fotos…
Gabi y NCesar: MX5 & MX5
Naty con su rojillo.
Y vuelta a la ruta por estas intrincadas carreteras de la sierra; algunas fotos más:
Y llegó la hora del picnic, en un lugar bien elegido por Juanjo y en el que nos las arreglamos para situarnos todo el grupo alrededor de la mesa y compartiendo todo entre todos. La comida fue tan agradable que nos tiramos allí de sobremesa mucho más tiempo del inicialmente previsto…y es que si algo ha tenido de particular este evento del club es la intensa parte social; ha habido rutas y muchos kilómetros de ruteo, si, pero también mucho tiempo de charlar, de compartir y de intercambiar vivencias e impresiones, y es algo que me ha gustado mucho.
El ambiente era tan relajado que alguno aprovechó para echarse una siesta...
De sobremesa hubo más ruta por la sierra, dirigiéndonos esta vez a uno de los puntos más elevados de la misma en donde se encuentran los llamados “pozos de la nieve”; unos depósitos hechos en piedra donde siglos atrás se almacenaba la nieve, que convertida en hielo se conservaba mucho tiempo y se llevaba después a pueblos y ciudades de la zona cuando no había otro modo de refrigeración. Un tramo de la ruta vespertina:
Justo al bajar de la sierra nos reencontramos con el amigo Paricio, que en la primera etapa se había venido de acompañante, y en esta etapa acudió en jornada de tarde con su especialísimo Hurtan, y con su permiso varios del grupo disfrutaron de la sensación especial de sentarse al volante de su coche.
La última foto en una parada-café cuando ya no faltaban muchos kilómetros para llegar al hotel.
Aunque no tengo más fotos, decir que la etapa ni mucho menos acabó aquí. Llegamos al bonito pueblo de Caravaca de la Cruz, nos refrescamos en el hotel y pillamos de nuevo los roadys para dirigirnos al recinto donde tenía lugar el Classic Motor Festival, un evento que reunía a la vez a moteros y coches clásicos. El caso es que nos perdimos en la ruta hacia el recinto, y como ya era noche cerrada el recorrido se convirtió en un improvisado tramo nocturno de ruta de montaña
... que al final acabó en una pista forestal no asfaltada sin salida….hubo que dar vuelta, recorrer unos cuantos kilómetros, y finalmente dimos con el recinto. El incidente no fue tal porque en realidad todo el mundo se lo tomó con buen humor y nos dijimos a nosotros mismos que finalmente la ruta nocturna improvisada había estado bien chula
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Visitamos el Festival en el que en una parte del recinto había ambiente motero heavy y en otra una interesante colección de coches clásicos dignos de ver.
Como tocaba cenar, RaulZ decidió llevarnos a un restaurante en el cercano pueblo de Cehegin. Aparcamos los coches en la plaza mayor, nos fuimos al restaurante y cuando acabamos la cena pasaba de medianoche, lo que con el cambio de hora que tocaba ese sábado noche, se tradujo en la una y pico de madrugada; hora a la que contentos y felices regresamos al hotel pensando que al día siguiente había máaaaaassss