Buenos días por la mañana, con unas vistas desde la cama a la sierra y sonido de campanas.
Como de costumbre, Jota se despierta y dice: hay que escuchar a los pajaritos, así que abre la puerta del balcón de par en par... es incorregible
El tramo de ayer me pareció magnífico, con parte de costa, visitas a museo para conocer las salas de cañones (con guía y todo, ehhhhh Morgan), luego almuerzo, tramo para subir a ver más mega-cañones con alcance de más de 30km y luego comida. El sitio para comer era estupendo. Lástima que tuviéramos algún roce con el servicio al final, pero sin importancia. Porque no soy violento, sino...
tras la comida nos despedimos del grupo del sur, esperando volver a verlos.
Por la tarde, más tramo donde los más rápidos pudieron disfrutar más. Y ya antes de llegar al hotel nos encontramos con procesiones que nos cortan el acceso y, ni mapas, ni gps. Nos quedamos en un bucle, que hace que lleguemos al hotel de destino en 3 grupos. El entorno y el hotel de 10 (aquí la propuesta de Juanjo y luego el cambio de Raúl han merecido la pena). Nos despedimos de Billarcín/Soraya y damos la bienvenida a Gabi. La centa también muy buena, menos el postre de Angelillo. Pobrecillo, no le dan jamón por la mañana, ahora le dan el postre peor cocinado... la tienen con él.
Y después de cenar, los más osados (Juanjo, Raúl, Jota y yo) nos vamos de vía crucis y subimos a ver el Cristo y bajar algo la cena. Hay luna llena, así que las vistas impresionan. Y, dependiendo del aire, se oía la música de las procesiones.
Y ahora a desayunar!! Los más tardones están detallando. Yo lo hice antes de cenar (no me reconozco ni yo, me han pegado el virus), y seguro que tenemos ante nosotros otra etapa a recordar.