Si oímos hablar del BMW Isetta lo primero que debería venirnos a la mente es una imagen entrañable, la de un pequeño coche de la década de los cincuenta, de aspecto divertido y muy “cuco”. Desde luego en lo que nunca pensaríamos es en un dragster de más de 700 CV.
No obstante, a alguien sí se le debió ocurrir utilizar un Isetta de 1959 para construir una máquina de acelerar en línea recta, basándose en un diseño del fabricante de coches de juguete Hot Wheels. Ahora, la casa de subastas RM Auctions lo pone en venta el 16 de Febrero. Según las previsiones, su precio rondará los 100.000 dólares.
Este one-off monta un enorme Chevrolet V8 sobrealimentado que produce la friolera de 730 CV, acoplado a una caja de cambios manual de sólo dos relaciones. Además, toma prestada la suspensión de un BMW M3 y cuenta con rueda trasera Sumitomo HTRZ II de drag.
Este engendro mecánico tan curioso funciona a la perfección, aunque no es para usar en pista ni en carretera, sino más bien para exhibirlo, ya que dicen, textualmente, que el motor Chevy 502 produce un par tan bestia que puede resultar peligroso si se conduce de forma inapropiada.