Situado en Sitges, e
inaugurado en 1923, el circuito de Terramar fue uno de los primeros trazados de velocidad del planeta. En aquella época, Europa tan sólo contaba con Brooklands y Monza mientras que en los Estados Unidos el mítico Indianapolis era el pionero. Pero a pesar de ser uno de los pioneros, la historia del circuito terminó antes de la cuenta al caer en desuso en la década de los 50.
Por suerte, y a pesar del abandono,
el circuito de Terramar ha sobrevivido y actualmente su pista de cemento se mantiene en un estado aceptable (aceptable teniendo en cuenta sus casi 90 años de historia) incluidos sus impresionantes peraltes. Es más, no hace mucho Red Bull lo visitó para realizar un impresionante vídeo que contó con Carlos Sainz, Miguel Molina y un Audi R8 GT3 LMS como protagonistas.
Pero todo esto podría cambiar en un futuro próximo. El pasado jueves, durante la celebración del Autosport International,
se conocía que Quimera y Altran han adquirido los derechos de explotación del circuito de Terramar. Ambas empresas son conocidas por el desarrollo de GT basados en fuentes de energía alternativas a la gasolina y por ahí iría su interés en el trazado. El objetivo final sería la restauración del circuito de Terramar para utilizarlo en el desarrollo de su último proyecto, el Aspid SS. Un vehículo que utilizará un combustible ecológico procedente de la mezcla de dióxido de carbono e hidrógeno como fuente de energía.