El estado de Nuevo México, en EEUU, tiene 60 días para eliminar todas las cámaras ubicadas en semáforos y radares de velocidad. Esto lo decidió una comisión nombrada para estudiar si realmente esto era una medida preventiva para evitar accidentes o si por el contrario era sólo un medio recaudatorio más, como finalmente se decidió y sienta el precedente de ser el primer estado de la unión que elimina por completo dichos sistemas, lo cual seguramente creará un precedente.
De acuerdo al estudio llevado a cabo sobre varios sistemas de multas automatizados en EEUU, Canadá, Australia, no sólo que no reducen los accidentes, sino que los aumentan, en algunos casos hasta el 59%.
Esta manera tan a lo “Big Brother” de recaudar dinero ya comienza a ser mal vista por ciertas agrupaciones que defienden el derecho a circular sin que se nos controle la velocidad a la que vamos o cosas tan estúpidas como si fumamos o no fumamos dentro del coche, como sanciona el sistema de tráfico de Gran Bretaña.
No estoy en contra de las limitaciones de velocidad; es más, las apoyo. Pero para confeccionar multas, siempre se usó a la policía como fuerza disuasoria contra infractores de tráfico y es claro que el uso de sensores electrónicos es claramente un medio para recaudar más para el erario público, a través del candidato preferido desde donde sacar dinero cuando las cuentas no cierran: el automovilista.
Pienso que hay que tener paciencia porque sólo es cuestión de tiempo de que esta tendencia llegue a nuestros países. No se trata de fomentar el libertinaje en las calles, sino de respetar los derechos de los ciudadanos contra los abusos de la “velocidad variable”, radares en rectas, radares móviles (como para que no sepas en donde estará ubicado hoy), cámaras de semáforos “arregladas” para que te fotografíen cuando pasas con la luz amarilla… en fin, supongo que casi todos tenemos alguna historia que contar acerca de esto.
Vía: The Newspaper