Paso a contar mi relato:
Por fin pude realizar uno de mis sueños, y gracias a este club, este GRAN CLUB que es RSC. Sabía que tarde o temprano rodaría en un circuito con vosotros, pero coñe, en Nürburgring? eso es estrenarse por todo lo alto, y aunque no me pude apuntar hasta el último momento, si que estaba al tanto desde que me enteré que teníais intenciones de ir durante este puente.
Quedamos en una estación de servicio (Area del Montseny) el viernes a las 7 de la tarde, y como no, con las ganas que teníamos, allí llegamos todos puntualmente, nos saludamos, contentos y muy nerviosos por emprender este viaje, y salimos dirección a La Junquera donde hicimos la primera parada.
Después de desactivar los móviles remprendimos la marcha. Llegando a Dijon sobre las 3 de la madrugada después de haber hecho una parada intermedia para repostar y comer algo rápido.
En Dijon decidimos intentar “dormir” algo, ya que íbamos muy bien de tiempo. Y digo intentar porque en el Miata uno no duerme ni de coña. Después de un buen rato intentando buscar una postura comodilla, veo que es imposible. “Igual tengo pis. Voy al baño y de paso compro unas galletas que me estoy muriendo de hambre”. Vuelvo al coche, fuera hacía un frio del copón, y dentro pues os lo podéis imaginar. Intento dormir pero nada. Cada vez que entra un coche a la gasolinera me deslumbra. Por suerte no soy el único que no concilia el sueño, ya que los coches van llegando, apagan luces y al rato se van (sin movimientos de la carrocería, malpensados), y voy pensando “¿Como podrán dormir Anti e Ima en el coche?” Mientras tanto Pau tan pronto lo veias dormir sentado en el asiento del copi, como tumbado con la cabeza en el salpicadero o sentado en el asiento del piloto. “Coño, que coche más versátil con lo pequeño que es” pensé “aunque tantos cambios en dos horas, igual no es del todo cómodo tampoco”
Sobre las 6, cuando había conseguido cerrar mínimamente los ojos, veo a Anti que venía a despertarme. Cafelito rápido, repostamos y a continuar el camino.
Repostamos de nuevo en Luxemburgo y entramos en Alemania donde nos encontramos un Quad en la Autobahn
Y la libertad de correr lo que quieras en algunos de sus tramos, aún estando en bastante peores condiciones que nuestras autovías/autopistas.
Las carreteras se estrechan, aumenta la vegetación, debemos estar cerca. Eureka! Pau ha cumplido y nos ha llevado a Nürburgring
Nos encontramos con Enzo y después de aparcar los coches nos vamos a por los tickets para rodar.
Aunque aparcamos en un parquing de tierra en los exteriores, la verdad es que los cochecitos no desmerecían en absoluto. El parking asfaltado interior era demasiado pequeño para tanto coche.
Entramos a la zona interior, donde está el parking asfaltado, bar, caseta de merchandaising, venta de tickets y, lo más importante, la entrada al circuito.
Fue asomarnos y quedarnos de piedra. Madre mía que carros
Y después de plantear si era mejor entrar más tarde, cuando todos estos bólidos hubieran entrado y sus dueños estuvieran más tranquilos, e ir a hacer alguna foto en alguna curva. Como es lógico ganó la cordura (nuestra cordura) y decidimos entrar ya.
Y empieza el subidón
Como se ha comentado en el otro hilo, la sensación de rodar aquí es muy difícil de explicar, Es un subidón de adrenalina bestial. El circuito tiene unas pendientes brutales con muchas curvas que no sabes bien como las has de trazar ya que no se ven como terminan. Si a esto añades que no ruedas solo, sino que hay cantidad de GT’s y otros pepinos con exceso de cvs. Y a que ritmo van
ya que desde que los ves hasta que te pasan, casi no tienes tiempo de parpadear…
Así que no es difícil imaginar que cuando acabamos la vuelta nos abrazaramos y estuviéramos alucinados con lo vivido. Porque hay que vivirlo.
Pues venga, a comer para ir asimilando las sensaciones y por la tarde más.
Luego cena, unas cervecitas mientras charlamos amigablemente y a dormir, que son las 12 y no dormimos la noche anterior. Mi hotel estaba a 20 kms del suyo, pero la carretera merecía hacer el recorrido a ritmo RSC
El domingo quedamos a media mañana, para recuperar un poco el cansancio acumulado e hicimos las tres vueltas restantes, una por la mañana y las dos últimas por la tarde, posiblemente las mejores, ya que habían menos coches y quizás le habíamos perdido un poco el miedo al trazado. O aprendimos algunas partes del trazado. Sea lo que sea, el ritmo fue más elevado
Parece que no fui el único con algún problemilla.
Luego unas compras, fotos y visita a una curva de día y de noche. Todo de muy buen rollo, sin que nadie se sintiera obligado a hacer algo a disgusto. Así da gusto
Y a dormir, que al día siguiente teníamos que volver. 1300 kms con una motivación muy distinta a esa misma distancia que habíamos hecho dos días antes, pero con la idea clara que algún día volveremos.