En el año 2010, un grupo de empresarios españoles junto a un pequeño fabricante británico de vehículos de competición, se unieron para crear un proyecto único y de futuro.
Asi nace la compañía Tauro Sport Auto, situada en Valladolid, región tradicionalmente ligada a la industria automovilística y caracterizada por su espíritu emprendedor e innovador.
Gracias a la mentalidad innovadora de los fundadores, la creación del Tauro V8 Spider, un proyecto único, nace con la idea de revivir la esencia y la pasión de aquellos vehículos deportivos fabricados durante el siglo pasado en España, sin renunciar a toda la innovación y tecnología actual. Siendo la elegancia en el diseño y las sensaciones transmitidas al conductor su seña de identidad.
Tauro V8 Spider será el primero de una serie de automóviles exclusivos caracterizados por su extrema deportividad y gran fiabilidad. Una opción exclusiva en el mercado, donde se unen las prestaciones de un súper-deportivo con los costes de mantenimiento y uso de un automóvil convencional.
La “serie inaugural” constará en 30 vehículos exclusivos, configurados al gusto del propietario siendo la expresión de su personalidad.
Clase salvaje y distinción brutal
Este coche nos acerca al concepto de los roadster puros, en los que la fusión entre el hombre, la máquina y la carretera, otorgan al conductor sensaciones muy especiales, recuperando ese de la conducción diaria.
Nos encontramos ante un vehículo fuera de lo común: el perfil en forma de cuña, su afilado morro, las branquias laterales, la prolongación de los arcos de seguridad sobre el capot trasero, los grandes faros traseros redondos… el Tauro V8 Spider revive las esencias de aquellos vehículos deportivos de altas prestaciones fabricados durante el siglo pasado en nuestro país, actualizando su deportividad y elegancia a los tiempos actuales.
El interior está a la altura de lo esperado, con materiales como la piel, combinados con otros de alta tecnología, entregando a sus ocupantes una atmósfera de lujo y deportividad.
Aquí no acaba todo, al girar la llave del contacto, se escucha un grave sonido procedente de su motor V8, que da a entender que este coche no es sólo carrocería.
Sus 440 caballos nos permiten pasar de 0 a 100Km/h en apenas 4 segundos, con unas recuperaciones excepcionales y sin necesidad de un uso exagerado del cambio de marchas gracias a su enorme par motor de 586Nm.
Su gran cilindrada nos permite desplazarnos con total suavidad entre el tráfico urbano, aunque siempre estará preparado ante la mínima insinuación del acelerador para ofrecerlo todo.
Cuando la carretera se retuerce, también demuestra las cualidades dinámicas de su afinado bastidor, que se beneficia de un reparto de pesos casi perfecto y de un bajo centro de gravedad, demostrando que es un auténtico deportivo.
Las virtudes de su motor no acaban aquí, si no que se extienden en su ligereza, compacidad y bajas emisiones. Su eficiente sistema de alimentación no solo garantiza las máximas prestaciones a lo largo de todo el rango de revoluciones, también cumple con la normativa de emisiones EURO V.
Para satisfacer todas las expectativas de los clientes del Tauro V8 se puede ajustar aun más, pudiendo ampliar su potencia a los 530 caballos.
Para que el conductor obtenga la máxima satisfacción posible, la máquina trae de serie un cambio de marchas manual de seis relaciones con escalonamiento cerrado, pudiéndose montar opcionalmente una caja de cambios automática de seis relaciones con levas en el volante.
Para transmitir tanta potencia al asfalto nada mejor que recurrir a la clásica configuración de propulsión trasera. El magnífico reparto de pesos entre ejes, unido al elaborado esquema de la suspensión independiente hace que la adherencia sea sobresaliente en cualquier situación.
El equipo de frenos es soberbio, con unos discos de freno delanteros de 360mm y pinzas de seis pistones heredadas de la competición. Todos estos componentes funcionan de manera sincronizada para garantizar la experiencia de conducción definitiva.
Si el conductor sobrepasa sus límites siempre estarán vigilantes los controles de tracción, estabilidad y el ABS de cuatro canales.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2012/06/26/coches/1340736975.html