Buenos días, queridos compañeros de tan estimado club.
Con un bocata de jamón ibérico cortado a cuchillo de una paleta obsequio de mi estimado padre acompañado, por cambiar un poquito, de una CocaCola helada, y habiendo llegado hace escasos 15 minutos de mi experiencia Ferrari/Porsche, paso a continuación a relataros mi experiencia.
A las 8h. de la mañana, hoy día 21, me levantaba con un sonoro "Yuuujuuuu", y digo me levantaba porque ya estaba despierto desde hacía más de 40 minutos, despues de una noche de despertar varias veces a beber a mear y a yo que sé más, sin dejar de mirar la hora del móvil cada vez que lo hacía.
De un salto me planto delante del armario, cojo unos jeans, una camiseta y unas zapatillas. Bien sabe Jotaeme por las veces que hemos compartido habitación en Alpes que soy de ducharme de noche antes de ir a dormir porque por la mañana siempre amanezco con el ansia por salir fuera, por hacer lo que tenga que hacer, y hoy más si cabe.
Ya en el garaje me encuentro con este panorama
"Oh Dios, ahora qué hago, porqué me haces esto? ¿Qué he hecho mal señor?"
Cual cogía, era mi dilema, supongo que así se sentirán los ricos cuando tienen en el garaje Ferraris, Lambos y demás, no sabrán cual coger.
Así que me decanté finalmente por...............¿Cual creéis?
Sigo.
Paradita en Valencia a desayunar en el bar de un amigo y de camino al Hotel La Carreta, punto de encuentro donde podría probar un F430 Spyder y un 997 Turbo con un instructor al lado.
Llego, hablo con un chico donde entrego la documentación, me explica las características de los coches y empezamos a hablar del RSC, de la 6to6, de los viajes a Alpes, del meeting de la semana que viene, del circuito de Guadix....etc etc ya me conocéis, con eso que no me gusta hablar y menos de coches....
Llegan los dos coches!!! Para mi sorpresa el Ferrari es blanco, bueno, por lo menos no es amarillo ni plata. El Porsche plata, muy bonito también.
La ruta constaría de 20 km de ida con un coche y 20km de vuelta con el otro, 10% autovía, 90% carreteras comarcales.
La pregunta del millón, otro chico y yo, "Quién se sube en cada coche primero?" Lo elegíamos los participantes. Momento de silencio y miradas de "todo en el aire"......muevo mi hebra de paja de un lado a otro de la boca sosteniendo su mirada, levanto un poco la cabeza y tranquilamente, eligiendo cada palabra y controlando el tono de mi voz, digo: " ¿Me perdonáis un segundo y voy a mear...?"
Así que me fui para dentro y a mi salida del baño estando todavía los tres fuera esperándome de pie, directamente profiero un: "Enga va, coge tu primero si quieres el F....." el otro chaval ya se había subido en el Ferrari y estaba con el cinturón puesto. "La Virgen que aceleración -pienso- el Ferrari no le va a saber a nada"
Me subo en el Porsche con un chavalín que tendría 27 añicos no más. Ya estaba en marcha así que me coloco un poco el asiento y mientras el otro se prepara le pego un vistazo al interior, es con cambio manual, todo es de una calidad sublime, me da tiempo a mirarlo tranquilamente. Me fijo en los dos asientos posteriores y pienso que quizás no me valdría como cuatro plazas, no fuese que alguna vez tuviese que llevar a Coco, pobret, muere axfisiado seguro. Siceramente más vale que se los hubieran ahorrado.
Nos ponemos en marcha y ya me avisa que no acelere mucho al salir porque no hace falta, y así es, con un ligero roce de acelerador se pone en marcha y cambio en seguida a 2a para que el chaval vea que voy con cuidado. Voy detrás del Ferrari dejando espacio porque el tío va bastante lento. Salimos a autovía, nada, serán apenas 3 kms. El coche, a 100km/h, un coche normal, contundente, te hace sentir seguro. Al cambiar de marcha el pedal del embrage parece que te escupa el pie para fuera, no tiene término medio, las marchas entran con un golpe seco en su último recorrido, tampoco especialmente ultracorto.
Despues de no pasar de 100km/h por toda la autovía salimos a carretera nacional, adelantamos varios coches donde puedo disfrutar de la patada de los 355 cv en tercera y en cuarta y en eso que me dice que vaya reduciendo hasta ponernos en tercera a 60km/h. "Ahora vas a acelerar a fondo y cambiarás cuando yo te diga..." Perfecto. El Ferrari sale disparado en una recta en bajada desde la que se veía también la subida y desierta de tráfico. "Acelera a fondo!!" Hundo el pedal, subimos a 6,500 rev. abriéndose la mariposa esa y emitiendo un ruido precioso y me dice cambia, lo hago, al cambiar el sonido es precioso, ya sabéis esa bajada y subida de revoluciones cuando vas a fondo que suena tan racing, subo a 6000 y pico otra vez, no sé a que velocidad iría, miraba las revoluciones, "Cambia", meto 5a y otra vez el sonido ese tan racing, 4 seg. con pedal a fondo y levanto el pie porque me lo dice. Suuuuuuper guapo!!!
El coche en todo momento super noble, respetándote, sin miedo ninguno. Me daba una seguridad infinita, se nota que está hecho de otra manera, se ha tenido especial cuidado en la seguridad. Entrega la potencia de manera muy progresiva, desde abajo hasta arriba. LLegamos a la entrada de un pueblo con una rontonda y me dice que no acelere al salir porque el suelo está muy resbaladizo. Lógicamente no le hago caso y a la salida acelero cuanto apenas empezando a deslizar levemente y entrando en acción todo tipo de ayudas imaginables, me dice:"No no, yee.." haciendo movimientos con la mano, pero en plan tranquilo, sin alterarse, me dice:"No no cuidado tio..." y yo tranquilizándolo
Como a 300 metros paramos para hacer el cambio de coche.
Me subo al Ferrari con el otro instructor. Majísimo el instructor, tendría 35 añitos y con pinta de espabiladete. Empezamos a hablar del coche y acabamos hablando de los Z,s y de nuestras vidas.
Finalmente, nos ponemos en marcha.
Piso freno, le doy a la leva de la derecha y el recuadro se encarga de decirme que estoy con la primera metida. Acelero con cuidado dando la vuelta para incorporarme a la carretera y ya empieza a zumbar el sonido en mi oreja derecha, madre mía, si voy a 1000 rev.
No viene nadie, bueno sí, uno que no dejaría que saliéramos juntos pero me daba igual. Acelero poquito y empieza a sonar el Ferrari, ese sonido, cambio a 2a con un golpecito a la palanca, grooOOOooong, subo a 4mil rev pero sin prisar, gggGGRROOO, cambio a 3a enseguida mientras tomo una curva de incorporación a otra carretera, levanto, caen las revoluciones con un ruido orgásmico y bajo a 2a con la leva. "No hace falta que bajes las marchas si quieres...." dijo no hace falta, no que no lo hiciera, así que lo seguí haciendo todo el camino
Paro en el Stop, miro a un lado y a otro, y salgo acelerando con cuidado, cambio a 2a, y empiezo a acelerar más fuerte, click, 3a, acelero más GGGGRRROOOOORRRR, 4,500 revol. y cambio a 4a. Dioss qué pasada como suena! es todo ruido, el tío si me está diciendo algo no lo oigo hasta que no vuelvo a cambiar de marcha y bajan las revoluciones. Al cambiar me dice, "Estás levantando el pie del acelerador para cambiar y no hace falta, si levantas no hace un cambio F1 porque detecta que levantas el pie y estima que no hay condiciones de seguridad óptima, así que hace un cambio normal"
Me dice ve bajando velocidad para dejar espacio con el de delante, que se encontraba bastante lejos de por sí, llegamos al mismo tramo de antes pero al revés, y me dice lo mismo,"Hunde el acelerador y cambia cuando te diga, te voy a dejar subir a 7,500 revoluciones". Miro hacia atrás por el espejo y ni rastro del Porsche
menuda estrujadita más guapa le estoy pegando al coche.
Me coloco en 3a a 60 km/h y me da la orden. Aprieto a fondo y de repente se desata un estruendo maravilloso, sube sube con un rugido abrumador hasta las 7 mil y poco y sin levantar el pie del acelerador le doy a la leva, un PSS de milésimas de segundo se escucha, y el cambio ya está hecho A 4a junto con un sonido brutal e incluso noto como vibra el bloque motor al cambiar, sigo con el acelerador a fondo mientras escucho las mismísimas trompetas de los ángeles misericordiosos anunciando el fin del mundo, qué barbaridad, qué estruendo, "Cambia!!" Y justo cuando el mueve su mano hacia la leva le doy yo, lo mismo, PSS gGGRROoo
ooOOOOOOOOO OOOOONNNGGG ya me he plantado a 220 km/h y acercándome al de delante así que levanto, y voy bajando marchas mientras disfruta del gorgoteo del tubo de escape y de los maravillosos sonidos que emite el motor a centímetros de mi cabeza. Una pasada.
Cogemos la autovía y debido a las obras tampoco pude acelerar demasiado, no obstante acelerones en 5a y 6a para adelantar alguno le fui pegando ya que el tío me daba rienda suelta gracias al detector de radares que lleva instalado y que veía que me desenvolvía bien. Sinceramente es un coche con el que no cuesta nada ir rápido, además de que el ruido que hace se encarga constantemente de recordártelo. De hecho lleva un botón que silencia el motor, y le sirve para cuando llega a casa por las noches y no quiere que los vecinos ahorquen a su perro al día siguiente.
Finalmente volvimos al punto de encuentro donde me hice las fotos que pongo a continuación. La verdad es que me lo he pasado genial y lo recomiendo.
Gracias por leerlo.
