En esta sociedad nuestra hay un gran problema entre otros grandes problemas, pero con solo solventar el más grande todos los demás se irían solucionando paulatinamente.
No me voy a poner a explicarlo porque al que de verdad le interesa lo acaba encontrando y viendo por si mismo, uno siente la llamada.
En el caso de este violinista, lo que se puede ver es que la gente cometemos el error de sólo pensar en el objetivo, "tengo que hacer esto para conseguir ESO, quiero ESO sea como sea y así seré feliz" y sin darnos cuenta la impaciencia nos hace perdernos la miel del presente. Y no nos damos cuenta de que nunca llega ese momento de felicidad porque cuando llega ya estamos pensando en lo siguiente, cuando consiga esto otro otra vez seré feliz.
No nos damos cuenta que lo importante es aquí y ahora, el presente, que es donde podemos hacer algo. Tan importante es, que cuando llega ese momento tan deseado, es también presente.