Mi mujer y yo hemos llegado a salir alguna noche de cenar en el centro de Madrid en el mes de diciembre, en una noche despejada, con las luces de la ciudad encendidas, y hemos dado un buen rodeo para llegar a casa para disfrutar de las vistas nocturnas. Os podeis imaginar las caras que ponía la gente al vernos pasar.
Definitivamente debe ser un virus. JA JA JA