Primera prueba por la Prensa especializada EspñolaArticulo del 10 de Mayo 1997,,
MERCEDES SLK 230 K. Los muchos detractores de los automóviles descapotables se han quedado sin argumentos ante modelos como el SLK de Mercedes. La estrella de la nueva constelación de vehículos "roadster" brilla con más intensidad que el resto, al haber sabido aunar inteligentemente dos conceptos bajo un mismo formato: descapotable y coupé. El resultado no podía ser otro, una larga lista de espera de clientes ansiosos por recoger su SLK
Convertible de verdad por ALEJANDRO MOÑIZ
Si para los amantes de los automóviles es difícil resistirse a la tentación de conducir un coche tan espectacular como el Mercedes SLK, aún lo es más bajarse de él si se ha tenido el privilegio de ponerse al volante y descubrir los poderes que se esconden bajo tan singular carrocería.
Tanto en configuración coupé como roadster, el SLK hace volver la cabeza a su paso hasta al más despistado. El acertado resultado estético logrado por los diseñadores de la marca se combina con un aspecto práctico que ningún competidor actual puede ofrecer; su techo metálico escamoteable le permite ser un coche utilizable todo el año, sin los inconvenientes propios de un descapotable con techo de lona.
Las proporcionadas formas de la carrocería se ven realzadas por el largo e inclinado capó delantero, que cuenta con dos protuberancias que son una herencia estética del mítico 300 SL de 1954. La gran distancia entre ejes, con las ruedas en las esquinas de la carrocería y la musculosa parte trasera, presidida por los amplios grupos ópticos, se encargan de otorgarle el aspecto más dinámico y juvenil de cuantos Mercedes están hoy día a la venta.
Al contrario de lo que sucede en muchos roadster, el acceso al habitáculo del SLK (con el techo puesto) es cómodo, gracias al generoso tamaño de la puerta, sobre todo en lo que a altura disponible se refiere. Una vez en el interior, todos los mandos se encuentran donde uno espera, y la legendaria calidad de terminación de Mercedes se percibe hasta en el más mínimo detalle. El colorista interior, con una llamativa combinación de rojo y negro, tanto para el salpicadero como para los asientos de cuero, se complementa con algunos detalles estilo retro, tales como las tres esferas principales de la instrumentación realzadas por su fondo color crema y el borde cromado.
Mecánica idónea.En este entorno sólo desentona el volante, que debido a su enorme tamaño es más propio de las berlinas que produce esta marca que de un roadster de tales características. Los asientos, a su vez, proporcionan un buen agarre para el cuerpo y se muestran sumamente cómodos incluso tras varias horas de viaje.
El motor que anima al SLK 230 Kompressor, dotado de un compresor, destaca por su extraordinaria capacidad para subir de vueltas. Apoyado en un cambio automático de cinco marchas, que también puede utilizarse como uno manual, permite un elevado nivel de prestaciones con unos consumos que no son disparatados. Esta transmisión, controlada electrónicamente, se adapta con rapidez al estilo de conducción que estemos practicando. No obstante, la limitada capacidad del depósito de combustible pone de manifiesto una autonomía un tanto escasa cuando se trata de rodar deprisa. Y es que sus 193 caballos de potencia invitan a ser aprovechados.
Con el techo guardado en el maletero, el SLK tiene una gran rigidez y ofrece un buen confort de marcha, ya que el habitáculo queda aislado de los remolinos de viento que se producen en otros modelos, incluso a inferior velocidad. Con el techo puesto, la comodidad es equiparable a cualquier coupé o berlina de la marca. En este punto hay que destacar el buen aislamiento acústico, tanto aerodinámico como de rodadura. Esta característica deja en evidencia el sonido de la mecánica que, sin ser alto, sí que peca de ser poco fino.
El planteamiento de este roadster es más burgués que deportivo, ya que su terreno natural son las carreteras rápidas y bien asfaltadas. En este ámbito se desenvuelve como pez en el agua, a pesar de que la dirección asistida de recirculación de bolas resta sensibilidad al conductor para saber lo que ocurre en las ruedas delanteras.
Versatilidad.
Esta impresión queda refrendada si nos internamos por una carretera tortuosa y con firme en mal estado. En estas circunstancias, el SLK sigue ofreciendo un buen confort para los dos ocupantes, pero su comportamiento se vuelve más torpe e impreciso. Aunque en ningún momento se ve comprometida la seguridad, sí que decepcionará a los amantes de la conducción deportiva. Para paliar en algo esta situación, el sistema de control electrónico de la tracción que, en función de la velocidad, evita que patinen las ruedas actuando sobre el freno o cortando la alimentación del motor, puede ser desconectado por el conductor.
En cuanto a los frenos, y a pesar de que el tacto del pedal es un poco esponjoso, su capacidad y resistencia a la fatiga están a la altura de lo que cabe esperar de un coche de sus características.
La versatilidad de utilización que ofrece este SLK no tiene parangón en el mercado. Con el techo puesto se puede viajar cómodamente y con un maletero de grandes dimensiones. Al descubierto, conserva parte de su capacidad y permite un extraordinario disfrute de utilización. Si a estas cualidades añadimos un precio razonable, un equipamiento completísimo y los valores intrínsecos que ofrece todo Mercedes, no es de extrañar que el SLK se haya convertido en la nueva estrella de los roadster.
Frente a sus rivalesLa comparación del Mercedes SLK con sus rivales en el nicho de mercado de los roadster viene marcada por el peculiar techo metálico que ofrece este modelo alemán, ya que ninguno de sus competidores posee un sistema tan eficaz y versátil. En el mejor de los casos, se cuenta con un hardtop o techo duro desmontable, pero no llega a igualar la funcionalidad del empleado por el SLK, que además es el único modelo de su categoría con la posibilidad de llevar airbag laterales. Modelos como el MGF, el Fiat Barchetta o el Mazda MX-5 no son comparables, ya que su planteamiento no es el mismo, al equipar motores menos potentes.
Alfa Spider.A igualdad de equipamiento, este modelo italiano es 200.000 pesetas más caro que el Mercedes SLK. Incorpora un motor de seis cilindros en V que proporciona 192 caballos de potencia, cifra similar a la alcanzada por el propulsor de cuatro cilindros del coche alemán. Un comportamiento en carretera intachable, una estética original y atractiva y una mecánica elástica son sus principales virtudes. El precio, un tanto elevado, la ausencia de un techo rígido y algunos detalles de acabado, son capítulos en los que debe mejorar.
Porsche Boxster.Ha llegado al mercado casi al mismo tiempo que el SLK y es su rival más próximo. Como cabe esperar de todo Porsche, el planteamiento del Boxster es claramente deportivo, punto en el que, sin duda, aventaja al SLK. Más ágil y enérgico de reacciones, ofrece un gran disfrute de conducción y aceptable confort de marcha, aunque no iguala al que proporciona el Mercedes. Su motor es ligeramente más potente, lo que se ve reflejado en unas prestaciones sensiblemente mejores. Es el único adversario del SLK que dispone de techo duro, aunque esta opción, además de resultar bastante cara, no depara el mismo resultado que el del techo escamoteable del Mercedes. Un precio de venta que, en el mejor de los casos, es 800.000 pesetas más caro que el del SLK, sitúa al Porsche Boxster como la opción más cara entre los cuatro vehículos analizados.
BMW Z3 2.8.De inminente lanzamiento en el mercado español, es el Z3 más potente si excluimos a la elitista versión M Roadster de 321 caballos. El propulsor de este Z3, idéntico al que se utiliza en las Serie 3, 5 y 7 de BMW, ofrece la misma potencia del SLK 230 Kompressor, si bien hace gala de una mayor suavidad de marcha gracias a sus seis cilindros en línea. De comportamiento más vivo y deportivo, ve penalizado el confort de marcha por tener unas suspensiones más enérgicas que las empleadas en el Mercedes. Además, su habitáculo es menor, y el techo duro no estará disponible hasta después del verano. El precio de venta estimado para el Z3 2.8 rondará los 6,5 millones de pesetas.
Ficha TécnicaPrecio: 6.200.000 pesetas
Motor: Delantero longitudinal de cuatro cilindros en línea con culata de cuatro válvulas por cilindro.
Cilindrada: 2.295 centímetros cúbicos.
Alimentación: Inyección electrónica multipunto y compresor.
Potencia máxima: 193 caballos a 5.300 rpm.
Transmisión: Tracción a las ruedas traseras.
Caja de cambios: Automática de cinco marchas.
Dirección: De recirculación de bolas, asistida, con un diámetro de giro entre bordillos de 10,6 metros.
Frenos: De disco, ventilados, en las cuatro ruedas. Sistema antibloqueo de frenos ABS de serie.
Suspensiones: Delantera independiente, con muelles, amortiguadores de gas y estabilizadora. Trasera de tipo multibrazo, con muellas y amortiguadores de gas.
Carrocería: Autoportante de dos puertas realizada en acero galvanizado y magnesio, con estructura reforzada y zonas de deformación delantera y trasera.
Seguridad pasiva: Airbag frontales y laterales, cinturones de seguridad con pretensores y barras de protección lateral para los ocupantes.
Pesos: En vacío, 1.325 kilos. Máximo admisible, 1.585 kilos.
Capacidad del maletero: Desde 145 hasta 318 litros (medida oficial).
Depósito de combustible: 60 litros (7 de reserva).
PrestacionesVelocidad máxima: 223,6 km/h.
Aceleraciones: 400 metros salida parada, en 16,4 segundos; 1.000 metros salida parada, en 28,7 segundos.
Recuperaciones: De 80 a 120 km/h. en la posición D de la caja de cambios automática, 12,3 segundos.
Consumos: En carretera, a 90 km/h., 7,8 litros a los 100 kms.; en autopista, a 120 km/h., 9,2 litros; urbano, 12,3 litros.
Virtudes: Versatilidad. Calidad. Estética. Comportamiento.
Defectos: Volante demasiado grande. Sonido del motor. Demora en la entrega. Capacidad del depósito de combustible.
TRANSFORMACIONEl SLK sólamente necesita 25 segundos para transformarse de vehículo coupé a roadster o viceversa. Basta pulsar un botón situado en la consola central para que un mecanismo electrohidráulico realice la operación, de forma automática, en seis secuencias diferentes. El techo rígido plegado en el maletero aún deja una capacidad de carga de casi 150 litros. Este espectacular sistema ha sido desarrollado conjuntamente por Mercedes y Karmann.
MECANICALa principal característica del motor de cuatro cilindros y 16 válvulas es la adopción de un compresor, elemento mecánico que, además de incrementar la potencia, otorga una rápida respuesta a las solicitudes del acelerador desde bajas revoluciones. Potente y con unos consumos razonables, se combina con un cambio manual o con la eficaz transmisión automática de cinco velocidades que, como elemento opcional, equipaba la unidad probada.
INTERIOREl SLK rinde homenaje en su habitáculo a anteriores realizaciones de Mercedes. La buena postura de conducción, gracias a sus excelentes asientos y al generoso diámetro del volante, deja a la vista una instrumentación con marcado aire retro. Su decoración, con cuero rojo y negro y salpicadero en la misma combinación, le otorga un inmejorable aspecto. La extraordinaria calidad de acabado de todo Mercedes se pone aún más de manifiesto en el SLK, ya que no se escucha ni un solo ruido por un mal ajuste de los distintos elementos.
Fuente ---> SlkOwnersSpainsaludos,,