Etapa 5:
Bueno, amener amaneció chispeando agua, pero por suerte mientras desayunábamos paró y salió el sol. Asi que yo, mientras algunos iban a la piscina fuí a cargar maletas y a limpiar el coche. Mi sorpresa es que no fui el primero ni el único en arrimar el coche al hotel, Silent ya me había adelantado
E aqui unas preciosas vistas dirigiéndome a la salida del pueblo:
Y cómo no, debido al estupendo día que se había puesto, todos lavamos el coche concienzudamente, Angel, Ima y Jota más abajo, y un poco más arriba Miguel mientras Flori inspeccionaba minuciosamente que no se dejase el más mínimo resquicio de suciedad
Vamos que nos vamos!!.... y nos fuimos. Tras ascender el Luz-Ardiden, cuyas fotos desde arriba parecía un mini-stelvio (no pongo foto, porque Jota ha puesto una casi idéntica a la mia), bajamos y empezamos a subir al Pico de Tantes. Pasamos de estar a 26ºC a 5ºC en poco menos de 40min.
Angelillo cogiendo el plumas, con este frio poca broma!
Vista panorámica:
Y ya, con la hora que era, el hambre apretaba, era cuestion de buscar un buen lugar donde parar para establecer el "campamento base" y hacer nuestro primer picnic del Tour!
Y lo cierto es que poco tardamos en encontrarlo, unos pocos kms más abajo, había espacio suficiente y con los coches delante, al lado de la vegetación, ovejas, naturaleza y unas montañas nevadas alrededor. Por suerte en esa zona el temperatura ya respetaba y estábamos entorno a los 14-16ºC
Y proseguimos la marcha hacia el valle de Ossoure, si os fijais, el NB va conducido por una cabeza con gorro blanco: Angel.
Hasta llegar a Gavarnie, donde paramos a tomar algo antes de empezar montar a caballo hasta un punto cercano a la base del circo
Atención a estas dos fotos, aparentemente iguales pero el fondo envejece de forma preocupante:
Y ya todos encima de los caballos! Aqui tenemos a Angelillo sonriente:
Y aqui unas fotillos más durante el recorrido, que, al estar en penúltimo lugar aproveché para hacer diversas fotos de conjunto:
La cascada que se vé al fondo, desde su nacimiento (arriba del todo, no se ve en la foto) hasta donde acaba, tiene un desnivel de 900m. Lo que es la caida libre del tramo de cascada que se ve, son 450m, ahí es nada, casi medio km en vertical
Mary y Jota sonrientes con la experiencia:
Este es el punto cercano donde paramos, tras 45min a caballo. Donde los caballos descansan y hay un bar (cerrado en ese momento) para tomar algo:
Jota revisando las fotos...
Y ya de vuelta:
Aqui Flori sonriente, que sale en pocas fotos con los caballos debido a que iba la última. Muy chula esta foto por cierto:
Y ya al final del recorrido, donde aparcamos los coches. Un breve, muy breve descanso y a la marcha, que queda todavía mucho que recorrer!
Esta es una foto en lo alto del Cirque de Troumouse, la foto tiene bastante retoque porque la densa niebla que se formó tapaba muchisimo los coches.
La subida era espectacular y lástima de la niebla porque la tregua que daban las nubes y la vista que ofrecían a traves de esos agujeros en las nubes prometía.
Bajando del Cirque de Troumouse:
Y subiendo el Tourmalet, cada vez había menos luz, lo que obligaba a subir el ISO de la cámara para intentar inmovilizar el paisaje/coches sin utilizar flash, con la consiguiente aparición de ruido/grano en las fotos:
Dos curvas antes de culminar el punto más alto del Tourmalet, se me ocurrió parar para imortalizar estas magnificas vistas. Y menos mal que pare, porque 100m más adelante la niebla impedía ver más allá de 25m.
En estas fotos, que me encantan, salimos "ruteando" por encima de las nubes, precioso momento:
Y esta foto, tomada del mismo punto, que parece más bien hecha desde la ventanilla de un avión:
Culminando la cima segundos más tarde:
Tras ello proseguimos, hicimos la bajada con muchisima niebla y pasamos por un complejo de ski que parecía un minipueblo de terror, aparentemente abandonado, sin nadie, 5 o 6 coches viejos aparcados, pero sin una sola luz en los edificios ni persona por la calle, sumado a esas horas con poquisima luz (las fotos están retocadas dando más luminosidad de la que realmente había) y con esa niebla que no te dejaba ver más allá de tu nariz... daba miedo. jejejeje. Tras bajar el Tourmalet fuimos hacia el col d'Aspin.
El tiempo se nos hechaba encima, era casi noche cerrada, el tunel cerraba a las 22h e ibamos justos al segundo para llegar. Se respiraba tensión y un silencio sepulcral, el walkie estaba callado, las calles desiertas (a esas horas no hay ni cristo por las calles en francia), oscuridad, y niebla a nuestro paso.... curva por aqui curva por alla, más niebla, tunel, curva, tunel, niebla.... y a un ritmo bastante alegre para poder llegar a tiempo al tunel.
El caso es que parecía no llegar nunca, las curvas no cesaban, y la niebla no permitía ver mucho más allá, por lo que no sabías en qué momento se te aparecería el tunel delante. Era un sinvivir hasta el último momento, solo veías carretera y niebla, nada más, parecía no acabar nunca y cada vez que miraba el reloj del coche bajaba 1 minuto... eran las 21:58 y se veía exactamente lo mismo que en los últimos 10min, curvas y una niebla que no permitía ver más allá de 50m. No sabías si te quedaba mucho o poco, solo confiabas que, en cualquier momento se apareciese de una puñetera vez el tunel delante. Era una situación bastante tensa y se escucho varias veces por el walkie ¿pero donde está el tunel?
Y al final, aún sin ver el tunel, se veía un resplandor rojo en la niebla, ciertamente se temía lo peor, y la impoténcia de no haberlo conseguido se palpaba y se mascaba la tragedia. habíamos conducido rápido para llegar a tiempo y los relojes marcaban las 22:00h empunto pero aparentemente no había servido de nada. Ya era noche cerrada.
Afortunadamente un hombre salio, como de la nada, como el tunel que momentos antes nos había salido de la nada de entre la niebla, y tras unos MUY TENSOS minutos (no segundos, sino minutos) de angustia, nos deja pasar. Respiramos aliviados y sonrientes como si hubiesemos ganado una carrera de coches
pasamos.
Pero no iba a acabar ahí el asunto, habíamos superado el primer escollo, ahora faltaba el segundo, disponíamos de 20min para llegar al Aparador y entrar al restaurante, la hora limite de acceso al restaurante eran las 22:30 y aún faltaban bastantes kms. Ni qué decir que fuimos al mismo ritmo que antes, era una crono 2 y nadie aflojó. Todos ibamos descapotados, y para darle más emoción al asunto se puso a llover, pero a ver quien era el guapo que paraba, el tiempo apremiaba y no nos podíamos permitir ni una parada, así que continuamos como si la lluvia fuese una ilusión óptica y finalmente llegamos al Aparador, a las 22:28min, que, entre aparcar, bajar del coche y dirigirnos a recepción, se nos hizo las 22:30h. Hora límite, de nuevo en el filo de lo imposible, como bien ha definido Jota. Pero lo logramos.
Ya en la cena, estupenda cena por cierto, respiramos aliviado, y comentamos ya con otras caras lo acontecido. Ahora, viendolo de lejos, sonries por la experiencia vivida, y bueno quien más y quien menos disfrutábamos con esa conducción porque era nuestro pan de cada día.
Vamos, lo que viene a ser un día COMPLETITO.