Vamos a intentar explicarnos.
Para no crear polémica, y antes de nada, lo que a continuación escribo es mi opinión personal.
Respuesta corta:
Ni las leyes de Aznar, ni el despropósito socialista tienen que ver con la situación actual. Lógicamente han influido, pero la situación fue creada por una quiebra del sistema financiero. Exactamente del mercado de futuros y de deuda.
Respuesta larga (tocho de extensión considerable):
Cosas a tener muy en cuenta para poder entender el origen de la crisis:
- Capitalismo.
Sistema que garantiza la libre circulación de capitales. Nacionales e internacionales dentro del país que adopta el modelo capital. Sin restricción. Si las hay, debe ser por que el propio estado es parte del sistema y por lo tanto puede jugar en él. (Ej. Siendo parte -accionista- de una empresa.).
- Globalización.
Básicamente siempre ha existido. No obstante, desde los años 70 y 80 crece de forma exponencial, sobre todo debido a los sistemas informáticos e Internet. Hoy en día la globalización es tal que hace prácticamente imposible pensar en el mundo en el que vivimos sin este modelo. También es causa de muchas limitaciones de los gobiernos, debido a que muchos inversores no son nacionales. La intervención del estado sobre una parte del sistema económico es una amenaza directa contra los inversores extranjeros, y puede dar lugar a una fuga de capital de consecuencias desastrosas.
La globalización también impide solventar las crisis a la antigua usanza: Devaluando la moneda.
- Oferta y Demanda.
Me parece que no hace falta explicar una ley que rige nuestro mundo desde que se tiene constancia de un sistema de mercado, por muy primitivo que sea.
Estos puntos hay que tenerlos muy en cuenta para entender cómo se ha podido crear la situación actual.
Mi interés por los mercados me viene de muy pequeño. Siempre me ha gustado ver la evolución de los mismos, intentar saber por qué sube la bolsa, por qué baja, que hace que un contrato de futuros se pueda revalorizar un 100% en cuestión de horas ... Etc. Este interés me llevó a estudiar el sistema económico fundamental durante cerca de tres años, y estuve operando con SAXO como trader durante un año.
El hundimiento de Leman Brothers fue el punto final a mi trayectoria como trader. Tan sólo la gente relacionada con los mercados financieros sabe el impacto tan brutal de lo ocurrido con Leman. Algún día se sabrá. Fue como una bomba sobre los cimientos de un gran edificio. Todo el mundo sabía que el impacto sobre los mercados no podía corresponder sólo a Leman Brothers. En resumidas cuentas, lo que pasó con Leman fue interpretado como el final, predecible y esperado, de una época donde la demanda superó de forma exponencial a la oferta.
El final estaba cantado, ya que realmente esta situación viene de los 90. Las medidas que se adoptaron en los 90 sólo sirvieron para aplazar la quiebra del sistema.
El capitalismo como modelo económico es el único que garantiza la libre circulación de capitales. Podrá gustar más o menos, pero es el sistema económico más “libre” que existe. Básicamente trata de dar libertad a los ciudadanos para que hagan con su dinero lo que estimen oportuno, también las empresas tienen libertad para llevar a cabo sus operaciones mercantiles. El estado no interviene (siempre y cuando toda la actividad esté bajo el amparo de la legislación vigente del país en cuestión).
Este modelo ha funcionado extremadamente bien, ha dado un crecimiento sostenible y equilibrado durante muchas décadas, pero siempre se quiere más, y este “más” fue lo que hizo que el modelo capitalista se convirtiera en una locura colectiva donde el que más compra es el más “feliz”. Bienvenido a la sociedad consumista.
Vamos a los años 70. El capitalismo como tal está pasando un mal momento, el crecimiento estable no es sufriente para alimentar la creciente demanda. En este punto, el mercado de futuros se pone de moda. Básicamente un contrato de futuros es comprar el rendimiento futuro de una materia prima o del resultado de la manufactura de la misma. Esto inyecta dinero antes de hacer el producto. Esta forma de inversión permite a la empresa aumentar su producción y satisfacer la demanda creciente. Es importante entender lo que esto significa.
Pensad que en todo momento el mercado se auto-regula mediante la ley de la oferta y demanda. Esto ha sido así cientos y cientos de años.
El mercado de futuros permite satisfacer la demanda de los años 70 y 80, es más, se crean industrias como nunca antes de habían podido imaginar.
La demanda sigue creciendo. Ahora son los estados los que a través del mercado de deuda quieren más financiación. El mercado de deuda estatal funciona más o menos igual que el mercado de futuros pero a una escala muy superior (a nivel de estado). Compras deuda de un país por que piensas que el país crece. Vendes cuando piensas que ese país tiene problemas. Básicamente todo se reduce a lo mismo.
Estamos en plena expansión. Los mercados de futuros siguen creciendo, y los mercados de deuda siguen vendiendo a un ritmo imparable. Esto creó una situación insostenible en muchos paises, como por ejemplo Japón, que tuvo que bajar sus tipos de interés a 0 para salvarse de la quiebra técnica (creo que aún los tienen a cero). En los años 90 el sistema era absolutamente insostenible. Esto pasa totalmente desapercibido para el ciudadano de a pie. Estamos hablando de “otro nivel“.
La solución fue abrir el sistema de deuda a un nivel inferior. El mercado crediticio se flexibilizó hasta límites inimaginables los créditos. Todo el mundo podía acceder a ellos, y esto provocó un efecto contrario al que se buscaba. El capital pasivo captado de ciudadanos de todo el mundo para “salvar” al sistema, sirvió únicamente para que la demanda subiera hasta puntos de auténtico disparates.
Aquí es donde el que tenía un sueldo de mierda, vive como un auténtico rico. Bienvenido al sistema.
Mientras esto sucede, y todos vivimos en una auténtica fiesta, el mercado de futuros y de deuda tiene un agujero de dimensiones inimaginables. La quiebra está asegurada cuando se detectan que se han estado vendiendo y comprando productos financieros (una y otra vez) que no tienen la calidad que dicen tener.
El miedo se apodera del sistema financiero, y por lo tanto se cierra el sistema. Esto no afecta al ciudadano de pie que sigue sumido en plena fiesta, pero el mercado de futuros y de deuda está prácticamente cerrado. Se paran en seco los beneficios, y entidades que viven de estos productos financieros se empiezan a desplomar. Curiosamente los gobiernos tienen que intervenir en un sistema que lo impide, pero lamentablemente es necesario, en caso contrario, el caos hubiera sido terrible. Argentina con su corralito financiero no era nada para lo que hubiera podido pasar si los estados no intervienen.
Y ojo, que aquí viene lo curioso. Los estados intervienen por que siguen vendiendo deuda (es la única forma que tienen de conseguir dinero), a diario se ponen en venta cantidades ingentes de deuda.
Curiosamente esta situación no dista mucho de otras crisis que se han dado a lo largo de la historia. La base es la misma, pero las soluciones que se han tomado a lo largo de la historia ahora no valen. No valen por que el sistema está globalizado. Por ejemplo, si Grecia, en quiebra absoluta, vuelve a su moneda y sale del Euro, podría devaluarla y por lo tanto equilibrar la balanza, pero como han aceptado un rescate en euros (un préstamo), la devaluación de su sistema sería proporcional al crecimiento de la deuda que tienen, lo que los ahogaría aún más. Creo que nadie sabe cómo coño solventar el problema.
Pues si alguien ha leído hasta aquí, mi sincera enhorabuena. A grandes rasgos he intentado explicar cómo se intentó cubrir una demanda que crecía a ritmos imparables, una demanda sobre-dimensionada y que el sistema no podría digerir. Estamos hablando de miles de millones de personas que quieren vivir como nosotros (China, India, Brasil ... etc), y por lo tanto quieren comprar como nosotros. La oferta no cubría ni una pequeña parte de la demanda, y había que producir más y más, y esto sólo se consigue invirtiendo muchísimo dinero que se consigue a través de los mercados financieros.
Ahora bien, vamos a centrarnos en España.
España tiene una industria aceptable. Decir lo contrario es faltar a la verdad. No nos podemos comparar con países como Alemania, pero tampoco estamos tan mal. Hay que pensar que llevamos tan sólo 30 añitos de plena democracia y libertad. Tiempo al tiempo que se ha hecho mucho en muy poco tiempo, y el mérito lo tienen absolutamente todos los gobiernos democráticos que hemos tenido. Todos.
No obstante, nuestra principal fuente de ingresos es el turismo. Esto no es nada malo, es así y punto, y hay que explotarlo como se está haciendo, por cierto, fenomenalmente bien. Hemos pasado de ofrecer un turismo de playa barato, a ofrecer un turismo de calidad, tanto de playa como de interior, con unos servicios muy superiores al resto de Europa. Quien haya viajado por Europa se habrá dado cuenta de la diferencia de los establecimientos hoteleros (lógicamente a nivel general).
La demanda global llega a España en los 90. Después de fuertes ajustes por entrar en Europa, el dinero que viene de la unión (ya lo devolveremos ya) hace milagros si los unimos a una gestión impecable de gente como Rato y Montoro, quienes sacaron del déficit a sistemas como la seguridad social.
Pero que ocurre, que la demanda llega a España, y aquí pues se traduce en construcción. Sí, no hay que negarlo, aquí se pedían viviendas, se demandaba y por lo tanto se construía.
Si un constructor hace 30 pisos y vende 30, pues volverá construir 30. Si hace 30, y le piden 40 pues hará 40, y si una vez que ha hecho 40 le piden 100 pues hará 100 y así sucesivamente hasta que la demanda cese.
Esto ha sido así toda la vida del señor. La oferta y la demanda han regulado siempre los mercados.
Ahora bien, la demanda es muy muy fuerte. No sólo nacional, sino internacional, se construyen complejos enteros destinados a extranjeros que vienen a España y que quieren tener su segunda vivienda.
Se construye más y más, pero la demanda no para. Aumenta. El mercado se “auto-regula” subiendo precios, pero curiosamente la demanda no baja. Aumenta. El mercado está totalmente fuera de control, y el culpable son los mercados financieros, que llegan al ciudadano en forma de entidad bancaria que siguen prestando dinero a un ritmo impensable. Incluso sin avales concedían prestamos.
En este punto hay que acordarse del sistema de futuros y de deuda. Está tocando la quiebra. Se necesita más y más dinero, por lo que el último eslavon del sistema sigue dando dinero al ciudadano para captar todo el pasivo que sea posible. El sistema se hunde si paran de dejar dinero.
En este punto, tengo que reconocer que los gobiernos debería haber hecho algo. Pero ¿Cómo? Estamos en un sistema capitalista, y encima globalizado. No puedes “frenar” a tu sistema bancario cuando cualquier entidad puede entrar a España y prestar dinero. El collar hubiera sido distinto, pero el perro sería el mismo.
Hay que ser responsables y ver que la situación era, nos guste o no, imparable. Por primera vez en la historia, la oferta y la demanda no pudo regular el mercado, y al final explotó.
¿Por qué reventó?, pues por que al final el mercado de deuda y de futuros era inexistente. Se vendía y compraba lo mismo una y otra vez. Con la correspondiente subida de precio, y al final esto peto.
Los principales afectados fueron los bancos de inversión, y luego como un efecto dominó el resto.
La empresas se empiezan a parar debido a que los contratos de futuros ya no se venden, y esto se traduce en un ajuste laboral. Y aquí me parece que ya no hace falta seguir. La historia ya se conoce. Gente endeudada hasta las trancas, sin trabajo y sin perspectiva de futuro.
El ajuste está siendo brutal, pero lo que queda no es poco. Ya lo he comentado antes, si esto no revienta es por que el mercado de deuda sigue funcionando. Pero es que se está convirtiendo en un disparate, incluso Grecia sigue vendiendo deuda (ojo: Si vende es por que alguien compra).
China, Brasil y otros paises están jugando un papel impresionante, ya que son las economías emergentes las que están comprando y por lo tanto evitando que esto vaya a más. Por esto ahora les hacen un guiño con el G20, y se quiere tanto a estas economías.
Ni el PP tuvo la culpa, ni el PSOE.
El PP debería haber intentado frenar la demanda, lo hizo tímidamente con subidas de los tipos de interés que no fueron suficientes (globalización. Yo lo subo y viene otro que los baja), ni el PSOE ha sabido flexibilizar el mercado para darle un respiro, lo ha ahogado aún más con subidas ilógicas con la situación actual.
En resumen:
Ni las leyes de Aznar, ni el despropósito socialista tienen que ver con la situación actual. Lógicamente han influido, pero la situación fue creada por una quiebra del sistema financiero. Exactamente del mercado de futuros y de deuda. Por primera vez en la historia, la oferta y la demanda no pudo regular el mercado.
Curiosidad ¿Alguien lo ha leído todo?
Saludos!