Ayer en la ruta nocturna de Almería, llevábamos una caravana de coches muy llamativa. Nos encontramos con un Ford Fiesta tuneado, que nos siguió la mitad de la ruta. Nos adelantaba, y luego se quedaba despacio y cuando le iban a adelantar aceleraba. Así durante media ruta. Se paraba, nos adelantaba, nos esperaba, nos volvía a adelantar...
En un caso en que Paco le estaba adelantando porque se quedaba atrás, el tio aceleró y apareció un coche de frente. Paco frenó para abortar el adelantamiento, y el del Fiesta frenó también. Menos mal que había buen arcén y el coche de enfrente se echó a la orilla, porque el del Fiesta ni se apartó siquiera. Paco terminó el adelantamiento y se pegó mucho al Z4 que le precedía para no dejarle hueco para que siguiera con su diversión y el Fiesta estuvo dando por saco todo el resto del trayecto.
Aparcamos los coches para cenar, y vimos que el Fiesta estaba rondando los coches por la zona. Pasaba para arriba, luego hacia abajo... Menos mal que cenamos en una terraza donde veíamos todos los coches de frente aparcados en fila... porque si no hubieran estado controlados lo mismo les hubieran hecho algo.