A ver, el optimismo en un sentido utilitario sirve para movilizar a la gente, no para cambiar las cosas. Es la gente la que cambia las cosas, no una actitud en abstracto. Pero es una actitud ésa que se necesita para querer cambiar las cosas.
Lo de ZP no era optimismo, eran mentiras, y como tal se tomaron.
Cohesionar la sociedad no es una idea nueva para nada, es la misma idea que "unir a los pobres", "unir al proletariado", "unir al campesinado", etc. etc. etc., es la misma idea que se repite desde siempre a la hora de querer obrar un cambio, y es la misma idea que han usado todos los líderes del tipo que sea siempre. Toda la sociología y politología del S.XX habla de cohesión social. Cualquier manual de política de siglos precedentes, desde El Príncipe hasta los escritos de Confucio, pasando por Montesquieu o Hobbes, cualquiera que se os ocurra, plantea el modo idóneo de conseguir la máxima unidad en torno a "los de arriba" (a la par que la máxima obediencia). Los propios sindicatos hablan una y otra vez desde hace décadas de la "cohesión social".
En todo caso, es una idea abstracta, sin contenido por irrealizable así en abstracto. Primero de todo, ¿en torno a qué hay que conseguir esa cohesión? La cohesión no es más que un medio para alcanzar el objetivo para el que es necesaria toda esa cohesión. En sí misma, no es deseable ni es indeseable. Para quien no lo crea, le aclararé que en la Alemania nazi había una tremenda cohesión de facto (por convencimiento o por miedo o por oportunismo) con el régimen. Entonces, habrá que definir para qué esa cohesión, y también por qué es necesaria, puesto que puede no serlo. Para quien no lo crea le aclararé que en los 1200 primeros años de cristianismo hubo más sectas de las que no podemos imaginar, y algunas estuvieron muy a punto de acabar con el cristianismo, como el arrianismo o los cátaros. ¿Hay alguien que discuta la fuerza de la Iglesia a lo largo de los siglos que continuaron, capaz incluso de soportar un proceso tan fuerte como la Reforma, y de salir más fuerte y más influyente aún de ella, pese a contar ahora con una "iglesia rival" más atractiva?
Por otro lado, creo que cometéis un error al hablar sólo de división social. Las necesidades de "cohesión social" son frecuentemente cubiertas mediante cosas como La Roja u otros símbolos. No se juega sólo a dividir. Es como partir una arenisca. Si la partes varias veces, en varios trozos, y cada trozo en nuevos trozos y así, no la desmenuzarás tanto ni tan rápido ni tendrás algo tan maleable como partiéndola en varios trozos, volviendo a recomponerla, partiendo, recomponiendo... Llegará un momento en que se desmoronará sola, casi con un soplido, y se recompondrá casi como plastilina, con un poquito de agua la moldearás a voluntad. Luego con sólo arrojarla al suelo se convertirá otra vez en arena.
Es ese ciclo de división y recomposición continuas el que realmente erosiona el tejido social, ya que hace que las uniones, por pura economía mental y social, sean débiles, primero, porque se van a romper al día siguiente como quien dice, y segundo, porque va a haber que ligarlas luego pronto y hay que recomponerlas lo antes posible (como las casas de quienes viven en zonas sísmicas, débiles al máximo por ser fáciles de reconstruir y por evitar males mayores en los derrumbamientos).