Ésa es una versión, pero lo de Islandia no ha sido ni es así, no os traguéis todo lo que sale en internet en los blogs gafapastas.
Primero, no se ha nacionalizado ningún gran banco, dos están controlados por los acreedores, y el otro está pendiente de si se paga o no a británicos y holandeses. Decir que los bancos fueron dejados quebrar porque no había dinero para pagar la deuda (10 veces el PIB, no tenían ni para pagar los intereses), no es que Islandia iniciase una "revolución".
Esa asamblea del pueblo fetén sólo tiene "poder" de consulta, y fue elegida tras un proceso con todos los visos de pucherazo que fue anulado por el tribunal supremo islandés (papeletas numeradas, cajas de cartón, etc.), y en el que sólo participó por cierto la tercera parte de los votantes (legitimidad inside hoyga
).
No hay nadie en la cárcel.
Y etc.
Por otro lado, Mave, no aplaudas mucho por si acaso, porque la alcaldía de Reykjavík, que es casi tan poderosa como la presidencia de aquel país, la ganó en plena "revolución" un actorzucho de allí con propuestas como hacer un Disnelyland al lado del aeropuerto o conseguir un parlamento libre de drogas para 2020, o que se negaba a hacer coalición con quien no hubiese visto la serie The Wire enterita. En la candidatura llevaba a una cantante de eurovisión. Y no sigo, pero hay más.
Pero esta lista interminable de facepalms no es nada comparado con el que se dieron los habitantes de la capital cuando contra lo que había prometido, el autodefinido irónicamente como "abiertamente corrupto" para distanciarse de los políticos decidió contra sus promesas subir los impuestos y recortar los servicios públicos (claro que había prometido no respetar sus promesas y se ocupó de recordárselo a la población). No más entrada libre a las piscinas para los niños con buffet libre de toallas, me temo
En otro sentido, s(f)ecundo lo que dice Mig, es totalmente irresponsable que no paguen, ese pueblo que no quiere pagar se benefició en su momento de toda esa deuda que vendió su país. Si uno se mete en eso, se mete hasta las últimas consecuencias.