Prueba de tu coche JotaSi algo me ha gustado del Juke, es lo bien que se desenvuelve en todo tipo de circunstancias. Aunque se esconde bajo una carrocería que parece estar más enfocada al tránsito por vías algo deterioradas, en carretera va de maravilla, con una muy buena relación confort-estabilidad alcanzada en la puesta a punto de sus suspensiones.
Pese a que a sus mandos la mayor altura nos hace conducir en una posición más dominante, nada más enlazar dos o tres curvas, o una rotonda, te das cuenta de que este Nissan es más dinámico de lo que su imagen sugiere. De entrada las suspensiones, con poco recorrido, contienen los balanceos, garantizando un paso por curva más seguro y limpio en su trazada. Nada de esa tendencia a irse de morro vista en otros vehículos con cierta altura. Aquí el Juke saca sus armas con una precisión a la altura de los mejores polivalentes... e incluso compactos.
La pisada en autopista a velocidades legales es muy buena, y superando esos límites tampoco aparecen complicaciones. Es realmente cómodo y sencillo emprender viajes largos con total seguridad, manteniendo el aplomo suficiente.
En vías de montaña, con multitud de curvas entrelazadas el Juke sabe cómo hacerte disfrutar. Es verdad que el control de estabilidad puede llegar a trabajar demasiado si forzamos el ritmo, pero la estupenda calibración de su dirección indica al conductor en todo momento lo que está pasando en la carretera y guía con precisión el camino marcado, sin necesidad de correcciones constantes.
ÁGIL Y CAPAZ DE CIRCULAR POR VÍAS EN MAL ESTADO
De todos modos no todo es bueno en este Juke, y en ocasiones puede responder con cierta brusquedad, por ejemplo, cuando frenamos en pleno apoyo y el asfalto está algo roto. Igualmente los baches de cierto tamaño pueden hacer que las suspensiones lleguen al tope de su recorrido, resultando bruscas y por tanto, incómodas. Esto no sucede en los cada vez más habituales badenes de las ciudades, en las que absorbe bien los cambios. Una ventaja del Juke frente a otros polivalentes es la posibilidad de circular por caminos en buen estado sin el temor a dañar los bajos. Con 18 cm de altura al suelo tampoco es un todoterreno, pero permite ciertas florituras y parece un coche ideal para aquellos que frecuentan este tipo de vías, de entrada a muchas casas rurales o cotos de caza.
Siguiendo en la ciudad, otro punto criticable es la visibilidad ¾ posterior y trasera. Con un pilar C muy grueso y una luneta algo justa, algunas incorporaciones o maniobras son más complicadas que en otros turismos. La cámara de visión posterior se convierte en un aliado esencial para evitar posibles roces. Por lo demás, su postura más elevada permite un control mayor respecto a los coches que nos suceden, generando cierta sensación de dominio y bienestar.
La dirección, tanto en carretera como en ciudad, me ha gustado mucho. Es directa, precisa y suficientemente informativa. Sólo a velocidades ilegales puede mostrarse algo suave, pero en ningún caso compromete la seguridad.
El equipo de frenos cumple bien su cometido, aunque la dosificación del pedal requiere cierta adaptación, algo lógico y normal.
MOTOR JUSTO Y ALGO GASTÓN
Lo que no me ha gustado casi nada es su motor. Con 1,6 litros, culata multiválvulas y 117 CV, se muestra algo flojo en su respuesta, y sólo a partir de las 4.000 rpm empieza a tener algo de brío. Realmente responde bien y obtiene muy buenos registros, pero eso no es lo que transmite al conductor, que siempre tendrá la sensación de que es más lento y el cuentavueltas no sube con la agilidad deseada.
La gestión electrónica puede trabajar de tres formas diferentes:
Normal: Dirección, acelerador y gestión funcionan de manera convencional. Sin una respuesta especialmente rápida, se muestra como la mejor opción para un uso cotidiano.
Eco: Trata de mejorar los consumos y para ello el acelerador presenta mayor recorrido. La dirección no modifica su asistencia, pero el climatizador trabaja en modo eco, logrando ahorrar unas décimas en el gasto de gasolina.
Sport: El acelerador es más directo y la dirección menos asistida. Se consigue mejorar la respuesta, que es más inmediata aunque no consigue disimular el perezoso carácter de este motor por debajo de las 4.000 rpm. Es el modo más indicado para mantener un ritmo vivo.
Es posible que con el motor 1.6i 16v Turbo de 190 CV los tres modos transmitan diferencias muy superiores, pues en este con 117 CV son demasiado sutiles. De todos modos no va mal siempre y cuando lo llevemos alto de vueltas. Y entonces tanto el consumo como la sonoridad salen a la luz y en ambos casos negativamente.
Por consumos, no es nada económico conducir un Juke. Lo lógico es rondar los 6,3 L/100 a 90-100 km/h en carreteras, los 9,0 L/100 en autovía, y los 9,5 L/100 en ciudad, aunque en modo Eco este último registro puede reducirse hasta los 8,0 L/100. En conducción deportiva, con el modo Sport conectado, no es difícil superar los 14,0 L/100.
En cuanto a la sonoridad, basta decir que a 120 km/h ya gira casi a 4.000 rpm, con una rumorosidad que se filtra mucho en el habitáculo y pasa factura en viajes largos. Subiendo algo ritmo puede llegar a ser realmente incómodo, algo que contrariamente no ocurre en ciudad, con un nivel muy reducido de vibraciones y bastante silencioso.
ALGUNOS DATOS
Cilindrada: 1.598cc
Potencia: 117 CV
Par máximo: 165 Nm
Velocidad máxima: 178 km/h
Aceleración 0-100: 11,0 seg
Consumo medio: 6,4 L/100
Emisiones CO2: 147 g/km
Cambio: manual, cinco velocidades
Peso: 1.172 kg
Depósito de combustible: 46 litros
Longitud: 4,14 metros
Anchura: 1,77 metros
Altura: 1,57 metros
Batalla: 2,53 metros
Maletero: 251 litros
VIRTUDES
Comportamiento
Equipamiento completo
Precio razonable
DEFECTOS
Plazas posteriores
Consumos
Motor perezoso
VALORACIÓN
Habitabilidad: 7
Maletero: 6,5
Calidad percibida: 7,5
Sonoridad: 6,5
Confort de marcha: 7,5
Iluminación: 8,5
Visibilidad: 6,5
Comportamiento: 9
Frenos: 8,5
Dirección: 8,5
Cambio: 8
Prestaciones: 6,5
Aceleración: 7,5
Recuperaciones: 7
Consumos: 6,5
Equipamiento: 9
Opciones: 8
Valor/precio: 8,5
Valor reventa: N/A
CONCLUSIÓN
El Juke es un producto diferente que queda situado en la parte alta del segmento B. Podría ser rival de todos los polivalentes y de ninguno, según se mire. Si te gusta su estética no hay motivo para no recomendarlo, aunque me parece más acertado en combinación con el motor diésel de 110 CV, que además de gastar menos es más rápido que este 1.6i 16v. Su maletero y las plazas posteriores no brillan demasiado, pero en cambio incluye un equipamiento muy completo y el precio no es exagerado. Viendo los resultados de ventas en estos últimos meses está claro que Nissan ha sabido dar con la fórmula del éxito para que ofreciendo vehículos distintivos no haya que gastarse un dineral. Y eso el cliente lo valora. Por tanto, se puede decir que el Juke es una opción interesante, diferente, y que encima va muy bien.