Después de 35 años repartiendo a diario el correo en el mismo barrio, llega el último día de trabajo para el cartero.
Juan comenzó su último día por la primera casa de siempre y salió toda la familia a felicitarle.
En la segunda casa le regalaron una caja de puros con una dedicatoria.
La familia de la siguiente dirección le obsequio con un equipo de pesca completo, su afición favorita.
Y siguió su reparto despidiéndose de tantas personas conocidas que le estimaban y con las que había compartido tantas vivencias.
Hasta que llego a la última casa de su ruta habitual, donde le esperaba María, la joven y hermosísima dueña, con un camisón negro casi transparente.
Ella lo cogió de la mano, lo metió dentro, cerró la puerta, lo llevo al dormitorio y lo sentó en la cama.
Con música de fondo de Barry White le obsequio con un sensual striptease, y luego……..
Le hizo el amor apasionada y desenfrenadamente.
Después de dos fantásticas horas de sexo…….
Ella le preparo un exquisito desayuno, con tostadas, fruta, bollería y café.
Cuando Juan levanto la taza de café….
Vio que debajo había un billete de 10 euros
Juan dijo:
No tengo palabras para describir lo maravilloso que ha sido todo, pero ¿Los diez euros?
María:
Bueno es que anoche le comente a mi marido que hoy seria tu último día de trabajo y que debíamos hacer algo especial para ti.
Mi marido dijo:
“dale diez euros y que le follen”…..
¡El desayuno ha sido idea mía!