Un pintor de Lepe llega a la casa de un ricachón de Sotogrande y le pregunta al dueño si tiene algo para arreglar o reparar, ya que necesita algo de dinero.
El dueño le dice:
- ¿Cuánto me cobras por pintar el porche?
El lepero responde:
- ¿Qué le parecen... 100 euros?
El hacendado, muy de acuerdo con el precio, le da la pintura, la escalera, los pinceles, etc. Al rato su esposa le comenta:
-¿Sabrá ese hombre que tiene que pintar el techo también?... ¿por qué no vas a ver cómo lo está haciendo?... mira que es de Lepe... y hacen muchos chistes sobre ellos...
El marido no le presta atención. Al rato suena el timbre. Es el lepero, que le dice:
-Terminé con el trabajo y ya limpié los pinceles... como tenía pintura extra le di dos manos y guardé todo en el garaje.
El señor, sorprendido, saca dinero de su bolsillo y paga lo convenido, y le agrega 10 euros de propina.
El lepero se lo agradece y ya retirándose, se vuelve y dice:
- ¡Ah!... y no es un porche... es un Toyota.