Nuestra ruta nos lleva a
Grandas de Salime. Merece la pena darse una vuelta por esta pequeña localidad, con sus pequeños y cucos parques, su preciosa Colegiata, y el Museo Etnográfico. En los alrededores encontramos también petroglifos, túmulos y túneles de explotación aurífera de época romana. Pero lo que destaca por encima de todo, a unos pocos km de Grandas, en dirección a Fonsagrada y a Lugo, es otro impresionante castro, el
Chao Samartín.
Volviendo a nuestra ruta principal, tomamos la carretera que va de Grandas a Pola de Allande. Una nueva orgía de curvas, como ha sido toda la jornada. Pocos km después, en plena bajada, nos detenemos en un mirador al lado de la carretera, desde el que vemos el estremecedor
Embalse de Grandas de Salime.
Esas casas colgadas en la roca viva del talud que hace el monte cayendo sobre el Navia, las que se ven a la izquierda de las imágenes, abandonadas, son ciertamente aterradoras. La sensación es desoladora y espectral, sobre todo al atardecer, y con las nubes de tormenta cubriendo ya el cielo.
La carretera cruza el embalse que fue en tiempos el más grande de España y el segundo de Europa, y nos encamina hacia el Puerto del Palo. Pero antes nos detenemos a ver el maravilloso pueblo de
San Emiliano:
Al fondo veis el Navia, omnipresente. No os dejo fotos del interior del pueblo, sólo de la entrada y la salida, para que lo visitéis y lo conozcáis por vosotros mismos. Precioso y lleno de encanto.
Desde ahí, ascendemos el antedicho
Puerto del Palo, y obviamente, lo descendemos hacia Pola de Allande. Tanto la subida como la bajada presentan zonas de todo tipo, desde partes muy rápidas, hasta curvas enlazadas en grupos de hasta cinco o seis seguidas antes de una mínima recta de 50 metros que da un ligero descanso para preparar las siguientes enlazadas, y alguna horquilla más que interesante para jugar con la trasera del coche.
Cruzamos Pola de Allande, y de ahí, dirección Cangas de Narcea, hacia El Puelo. Es éste un curioso pueblo por su situación, ya que se enclava en la esquina que hace de límite entre los tres concejos (municipios para los no asturianos) de Tineo, Cangas de Narcea y Allande. Algunas casas pertenecen a un concejo, otras a otro, otras, en fin, a otro distinto.
Ahí tomamos un desvío hacia Arganza y Gera. Es una carretera reformada hace muy poco, nueva para mí. El tramo es corto, y nos deja en la carretera que comunica Pola de Allande y Tineo "por la vieja". Una carretera retorcida, ratonera, umbría, y, lamentablemente, muy estropeada en algunas zonas. Hacemos esos últimos 15 ó 20 km muy despacio (nos adelantaron varios coches, entre ellos el típico motivadillo de la zona equipado con el perolo PSA más bajo de motor y gama), ya de noche, para llegar a nuestro destino en esta ruta.
Aquí termina el pequeño relato. No os he querido dar apenas ningún dato histórico o cultural, a lo que soy tan aficionado, ya que, pese a lo magnífico de los lugares visitados, lo fundamental en esta ruta (dejando aparte la compañía, que siempre está por encima de todo) han sido los cerca de 270 km de carreteras 200% roadster realizados