Para darle buen rollo a esto, también recuerdo muy gratamente la tarde que me tenían que llamar de la BMW para darme mi Z4 de primera mano. Comí y avisé a mi hermano que llamasen a la hora que llamasen, auqnue se estuviese echando la siesta me tenía que llevar ipso-facto. Y así fue, me tumbe pero no había manera de dormir, tan solo dormitaba. Y sonó. Fuí con el taloncito, miramos el coche durante hora y media alucinando, no me podía creer que ese bicho fuese mío...
Cuando lo saqué del conce y paré en la gasolinera, que está apenas a 200 metros, y mientras hacía cola para pagar, lo miraba, descapotado, esperándome en el surtidor, brillante....creo que todo el mundo sabía que lo acababa de recoger porque mi cara de felicidad era increíble..
Qué gran momentazo, qué felicidad..