Ruta 5: Las Arenas - Santillana del Mar (155kms)[Link ruta en G.Maps] Hotel: Casa del Organista** (
www.casadelorganista.com)
Durante la cena del día anterior empezó a diluviar, más tarde bajo la intensidad pero no cesó en toda la noche. Afortunadamente al día siguiente el cielo lucía azul con unas blancas nubes bajas, el tiempo anunciaba que ya había pasado el frente inestable por la peninsula por lo que en la práctica ya no deberíamos ver más nubes tormentosas durante el viaje.
Bajamos a desayunar con el hambre inóspita de cada mañana. El desayuno no era buffet, sólo habían dos habitaciones ocupadas y por lo visto no se molestaron a preparar un buffet por 4 comensales. Igualmente estaba muy completo.
El hotel estuvo muy bien, (os los voy describiendo por si alguno hace intención de ir a alguno) tenía restaurante propio el cual no utilizamos la noche anterior, las habitaciones eran amplias y limpias, disponía de un parking privado y por lo general se le veía en buen estado. Aunque la dueña no era muy simpática que digamos, estábamos de paso por lo que no es algo primordial.
Tras el desayuno bajamos las maletas, como cada día y aunque mi coche volvía a estar re-guarro, ya casi por costumbre, tenía la suerte de tener una gasolinera con kartcher a escasos 200m del hotel, por lo que paramos para limpiarlo y nos dirigimos dirección Sotres.
Vaya carreteríta más bonita! discurria entre las montañas, a veces pasando 3 túneles casi de forma consecuitva, con el acantilado a mano derecha y un sinfin de curvas por delante. Además el asfalto era muy bueno por lo que era un delicia rodar por allí. Llegamos a Sotres con la intención de parar a tomar algo pero estaba la integridad del pueblecito en obras, todo levantado y lleno de camiones y maquinaria. Por no dejarlo alli entre máquinas, arena, grava y humo di la vuelta y volvimos, esta hasta llegar a Poncebos, donde aparcamos y cogimos el Funicular a Bulnes.
Dentro del funicular:
Y la vista del tunel. Lo cierto es que no me lo imaginaba tan largo. No se llegaba a ver el final!
Dos dias antes, en el desayuno en Sobrepiedra, teníamos a nuestra izq a una pareja que estaban haciendo una ruta similar a la nuestra pero a la inversa, y fué inevitable escuchar lo que comentaban con la dueña de aquella casa rural de los sitios por donde habían pasado, ya que eran mis próximos y venideros destinos. Y recuerdo como dijeron que les decepcionó sobremanera Bulnes a cuya afirmación la trabajadora (o dueña) de la casa rural asintió con la cabeza como confirmando que no vale la pena subir a tal sitio. Así que cuando tomamos el funicular lo hicimos quizás preparándonos para "lo peor". Un funicular bastante carito, por cierto, (billete ida y vuelta 20e/persona). Pero me entusiasmó. Además que con la tontería se nos hizo la hora de comer e hicimos un tabla al lado del rio. Una delicia comer alli sin escuchar ni un solo ruido, ni un solo motor, ni claxon, ni nada por el estilo. Además acompañado de un día completamente veraniego.
Como podréis observar, a mary no le cogieron desprevenidas las rutas, y no dudo ni medio segundo en enfundarse las deportivas y un chandal.
El riachuelo donde comimos justo al lado:
Tras la comida estuvimos un rato charlando y luego caminamos
chino-chano al mirador:
Queríamos acercarnos al Naranjo pero había mucha caminata y el tiempo apremiaba, asi que lo dejamos pasar, nos empapamos (quizás a lo cómodo) del luegar y continuamos nuestra marcha dirección Santillana del Mar. Esta vez haríamos relevo de volante y lo cogería Mary. El desfiladero de la Hermida es muy bonito, aunque de todos ellos me quedo con el de los Beyos
. La carreterita que discurre entre Peñarrubia y La Granada era tremenda, con muchisimas curvas, paisaje y con un buen firme. No se podía pedir nada más.
Tras una paradita para estirar las piernas en una carretera vieja sin salida utilizada como pequeño descansillo para conductores:
Dos asientos para disfrutar del viaje y del paisaje en "primera fila".
Al paso por La Granada nos desviamos para ver las famosas Cuevas El Soplao, donde están la mayor cantidad de estalactitas excéntricas y más puras (blancas y menos contaminadas). Era increible aquella cueva, explotada por la minería y donde se encontraron semejante cantidad de estalactitas (techo) y estalagmitas (suelo), y continuaron excavando y utilizando dichos huecos de aire donde estaban situadas para alojar la arena que iban sacando, sin preocuparse por aquello. La cerraron en 1975 por no ser rentable y se pasó abandonada hasta 1995, durante estos 20años que estuvo cerrada hubieron más de 5000expolios de coleccionistas de todo el mundo que iba alli a coger una parte para su colección particular. En 1995 la abrieron al publico. (hablo de las fechas de memória). Y no deja de resultar curioso que la hayan descuidado 20años, que hayan habido 5000robos, y que hoy en dia, tu pagas tu entrada y no te dejan hacer ni una sola foto de su interior.
El "gúgel" ha hecho la faena por mi. Son ésto, a cientos lo que os encontrareis en su interior:
En el parking del Soplao:
Desde el mirador de arriba:
Tras la visita, que dura 1h30min/2h. Pusimos rumbo a Santillana. La bajada del Soplao era completamente distinta a las carreteras que venían siendo el pan de cada dia. Volvia a ser de un asfalto muy bueno, pero eran claramente más anchas, con doble carril claramente diferenciado, y unas curvas muy abiertas y divertidas, donde el aplomo del coche se hacía notar. (en bajada no importan los cvs
)
La carretera entre Gandarilla y La Acebosa, presenta un tramo de 2kms en un estado de carretera bastante deplorable, por lo que evitarlo en la medida de lo posible si alguna vez trazáis esta misma ruta.
Pero el resto era una delicia, además, sabiendo que se nos iba a hacer denoche, intercambié de nuevo el volante con Mary para aprovechar y hacer unas fotos para el concurso fotográfico de este mes.
Barra antivuelco del piloto vista desde el asiento del copiloto:
Pasamos por San Vicente de la Barquera y Comillas en el atardecer, muy bonitos (aunque ya los conocía del año pasado). La siguiente etapa se la dedicamos a estos dos bonitos lugares que hoy fueron "de paso".
Por fin llegamos a Santillana del Mar, de noche, aunque esta foto ya está tomada tras subir las maletas y aparcar el coche.
El hotel es una pasada, y os lo recomiendo a todos. La casa está super cuidada, y los dueños son muy amables y serviciales. Tienen además un parking privado para clientes siempre que se lo solicites, de no solicitarlo no te lo facilitan. Previo depósito de 10e por una llave, que te da acceso a la parte trasera de la casa, donde hay una zona perfectamente habilitada y delimitada para los vehiculos. Completamente apartados (por una puerta) de los turistas de la zona. La habitación tenia todos los detalles cuidados, (bombones, neceser, costurero, etc...). De este viaje, estoy contento de todos los lugares, pero este lo guardo por delante del resto, seguido del Oso empatado con sobrepiedra (crecido en la tabla por el tremendo calidad/precio que tiene).
El único fallo que tenía, era el no disponer de restaurante, pero que bueno, estando situado en el centro del casco antiguo de santillana no resultaba dificil salir y encontrarte varios restaurantes donde cenar. Que es lo que hicimos y pronto a dormir, que al dia siguiente habíamos quedado con "PERSONAFISICA" y por la tarde quedaríamos con "efrén", tenía ganas de ver ese Lotus!