Recuerdo mi primera experiencia en este Club como si fuera hoy mismo, donde sufrí muchísimo por los compañeros que me acompañaron en la primera concentración, ya que era un auténtico lastre, y gracias a la educación y paciencia de todos ellos, pude finalizar ese fin de semana, no sin antes almacenar unas grandes dosis de sufrimiento. Pero todo aquello me parecía una bendita locura.
Pero lejos de tirar la toalla, y volverme a mi Roqueta, observé lo mucho que la gente se divertía, el gran ambiente y la gran amistad que se tenían No era algo fácil de encontrar algo así en estos días, y repetí, una y otra vez hasta alcanzar un nivel que yo sin darme cuenta empecé también a divertirme e integrarme en esa nueva familia para mí. Fue un acierto por mi parte. Por ello quiero agradecer a los primeros roadsleaders que me tuvieron que aguantar su paciencia y comprensión.
Como soy de esta manera, no tarde mucho en comentar mis experiencias a mis amigos y conocidos, siempre intentado trasmitir mis sensaciones, simplemente porque si podía contribuir a que ellos también pudieran llegar a sentir lo que yo sentía y pudieran ser más felices yo me sentiría bien. Y así lo he hecho.
El domingo al amanecer, los que me conocen saben que me gusta madrugar, recibí un mensaje donde me informaban de la mención especial del Club, otorgándome la medalla. Lo primero que pensé fue, si yo no he hecho nada para merecer tal reconocimiento. Es más, mi saldo pendiente con este Club es muy grande, ya que me ha trasmitido y aportado mucho más de lo que yo he ofrecido, y por eso cada día me esfuerzo para poder ser acreedor a ese estatus que significa ser miembro del RSC
En resumen, como no puede ser de otra manera, quiero dar las gracias a todos en general por ayudarme a pasármelo bien, y muy especial al equipo de Moderación el cual ha pensado que yo debería tener esta distinción. A todos de corazón muchas gracias.