Más potencia, menos controles, menos evolución en los coches, incluso menos evolución en la pista. Fijaos en el asfalto como parece una balsa de agua, llano y brillante que se refleja todo como si estuviese corriendo por la superficie de un lago. En los circuitos actuales, llueve pero el asfalto permanece bastante rugoso, excepto algun charco que se puede formar puntualmente pero que enseguida se disipa. Bueno, claro está, excepto en las supertrombas de agua tipo (nurburgring 07)