La libertad es un gran valor y me temo que en unos pocos años se va a poner en cuestión en muchos aspectos de nuestra vida.
Cada día estoy más convencido de que la sociedad digital tiene ventajas, pero tiene también enormes inconvenientes por lo que supone en cuanto al control e interveción por parte de terceros en todos los aspectos de nuestras vidas, desde donde estamos en cada momento, los gustos y aficiones que tenemos, los artículos que son o no de nuestro agrado, con quién nos comunicamos, y ahora, también, la velocidad a la que circulamos en cada momento con nuestro coche o incluso que se nos imponga obligatoriamente el coche inteligente para circular al ritmo que le marque en cada momento la administración sin que podamos hacer absolutamente nada más que ponernos al volante e ir como en un AVE.
Quizá sea cuestión de la edad y que los años no pasan en balde, pero cada vez que veo este tipo de cosas, con el avance de los controles que nos acaban privando de nuestra libertad o nos hacen vivir bajo una libertad vigilada, reflexiono y pienso que era más feliz en los años 80 o 90 en una sociedad analógica en la que todo esto era pura ciencia ficción y no necesitaba las nuevas tecnologías para nada.