Bien, completando el relato del resto de días, del viernes al domingo, muy bien disfrutado y con escaso reportaje gráfico, como ya os venía adelantado
Del viernes, destacar el soberbio día que nos hizo, con sol y todo, pero con una temperatura, ni frio ni calor, perfecta para rutear. Nos permitió saborear los itinerarios a cielo abierto y con una buena visibilidad.
Empezamos la mañana dando el paseo matutino hasta los bufones de la costa, bastante tranquilos en ese momento de la mañana, pues apenas si había una ligera brisa que pocas olas levantaba. A pesar de ello, ya se podía percibir la profunda respiración del aire comprimido por las olas a través del conducto rocoso.
Del siguiente salto pasamos a la parada en Potes, con un breve paseo para el avituallamiento del picnic y parada breve para almorzar. Llamaban la atención los peñascos y riscos que rodeaban el entorno de la localidad.
La siguiente parada se hizo en el área recreativa del mirador del Fitu, pues el emplazamiento del mirador se encontraba a esas horas saturada de visitantes. Estaba ciertamente ventoso en la zona recreativa con las nubes circulando velozmente por el cielo, así con todo, siendo la hora del picnic, tocó buscar las zonas al abrigaño para proceder al papeo del mediodía
Vertiente noroeste del mirador
Vertiente sureste del mirador
Ya por la tarde nos dirigimos a la zona del Valle Oscuro, donde se encontraba ubicada la quesería artesana Picurriellu, para el primer turno primer turno de visita. Prueba del estupendo día que hizo el viernes, fue que encontramos el valle moderadamente soleado y luminoso, cosa rara, a sazón de las observaciones del maestro quesero.
En la primera parte de la visita se hacía la introducción a la producción y obtención de la materia prima para la fabricación de los quesos, en este caso era el establo, donde encontrábamos al rebaño de cabras tranquilamente paciendo y las instalaciones de ordeño en un anexo del establo. El establo se encuentra especialmente orientado para evitar las corrientes de aire y para aprovechar al máximo la escasa iluminación, característica del valle, con idea de ofrecer el máximo confort al rebaño.
La segunda parte de la visita ya se desarrollaba en las instalaciones de la quesería propiamente dicha. Primero en la sala de preparación de la leche a cuajado, con todo el equipamiento necesario para el desuerado y el molde de los diferentes quesos, que en esta quesería bien a ser en 2 tamaños (quesos de 1Kg y 7 Kg) y dos formatos de compactado (sin prensar y prensados).
A parte, hacen elaboración diaria de queso fresco (que está delicioso)
El siguiente paso son las salas de oreo y maduración, en la que además tienen el equipamiento para aplicar el baño de salmuera a las variedades de queso que así lo requieran.
Y por ultimo ya quedaba la cueva artificial, para la maduración de los quesos de tipo "picón" con humedad y temperatura controladas para imitar las condiciones de una cueva natural.
Realizada la visita, ya solo quedaba la degustación para completar al experiencia, con la presentación de las 4 variedades habituales de la quesería más una experimental, fruto del periodo de confinamiento.
La cata iba acompañada de sidra natural, fumo de manzana, queso fresco del día y mermelada de arándanos.
Todo EXQUESITO!!!
Y hasta aquí llega el relato del viernes, que finalizó con la vuelta al alojamiento (H. Pugide) y cena en la casa Poli, con la abundante y deliciosa pitanza.
Del sábado voy a ser realmente breve.
Pudimos disfrutar de un día típicamente asturiano, es decir, nublado y con lluvia abundante y continua, con breves periodos de ausencia de precipitación, entre nube y nube.
@fastboy hubo de replantear los itinerarios del día para evitar problemas e incidencias, por lo que el mapa del itinerario originalmente previsto para este día es meramente orientativo.
En cualquier caso, gran elección por parte de
@fastboy del itinerario alternativo, pues pudimos deleitarnos igualmente con el entorno natural de Asturias, aunque en su versión pluviosa y brumosa, que ciertamente no le restan lo más mínimo encanto.
Solo tengo imágenes de la para el almuerzo y avituallamiento a media mañana.
Y de el paseo, a la hora de la merienda a los bufones, ya más animados, no solo por el ritmo de las olas, sino también por la abundante presencia de visitantes.
Y hasta aquí llega el relato del sábado, que finalizó con la vuelta temprana al alojamiento (H. Pugide) y cena en la casa Poli, celebrando el día con un elegante cachopo como plato principal
.
El domingo amaneció lloviendo, por aquello de no perder el ritmo
, pero ciertamente luminoso. Momento de despedidas de la mayor parte de los compañeros de ruta.
Digo de la mayor parte de compañeros porque aún quedaba un último itinerario que disfrutar en compañía. Con el comando maño (
@Dalmarcegui ,
@ch4ppel ,
@Imaracing ) y
@miguelvet nos dirigimos hasta Comillas, para seguidamente tomar dirección sur, pro Cabezón de la Sal, atravesando el parque natural de Saja-Besaya, por el puerto de la Palombera, hasta Reinosa.
Y de ahí, bordeando por la vertiente sur del embalse del Ebro, hasta Hervosa, bajando dirección sur a Ruanales, en el que encontramos un paisaje que recuerda a las tierras altas escocesas.
Después realizamos una breve parada en el mirador de la Lora, en el que encontramos el edificio del Observatorio Astronómico de Cantabria abierto a visitas.
Para terminar, ahora sí, en Burgos, en el que degustar unas delicatessen de morcilla en el entorno privilegiado del Landa, muy animado en el momento de nuestra llegada.