Sacado de
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Finaliza un ciclo de lo más exitoso para un roadster. El Z3 de BMW se dejó de ensamblar el pasado 28 de junio después de alcanzar la cifra de 297.087 unidades fabricadas. Este roadster biplaza ha sido el descapotable más vendido de BMW dentro de este segmento a lo largo de toda la historia de la marca. 007 lo popularizó en Golden Eye allá por noviembre de 1995. Pero en estos casi 7 años ha pasado por muchas etapas.
Todo empezó en el cine.
Tras los diferentes salones del automóvil donde BMW acudió con su Z3, la plataforma escogida definitivamente para dar a conocer este espectacular roadster fue el cine. El mismísimo James Bond fue el encargado de conducir uno de estos coches en una breve aparición en la película Golden Eye. Desde ese Z3 hasta ahora se han fabricado 300.000 unidades para satisfacer la demanda. El éxito del Z3 se debe en gran medida a su diseño muy al estilo de los roadster de los 60. Su morro largo, zaga corta y la ausencia de voladizo posterior son capaces de hacer girar la cabeza por donde pase. Especialmente diseñado para circular sin capota y disfrutar del clima tanto en verano como en invierno. Nadie que sea propietario de uno de estos coches renunciará a la sensación de conducirlo con el cielo como techo.
El carácter de BMW le viene dado por su motor frontal y tracción trasera, con los 2 asientos situados en posición muy baja y encima de este eje. En su lanzamiento la prensa escribía cosas como "La forma más auténtica de conducir un BMW". Sentados al volante el morro queda sorprendentemente lejos. El diseño recoje las pautas marcadas por el otra gran roadtser aleman, el 507. Sus branquias laterales han sido heredadas por el Z3, aunque está vez tienen una función meramente estética y no sirven para refrigerar como en el 507. Para su construcción se utilizó la base del Serie 3 que se fabricaba cuando apareció. Incluso se llegó a utilizar la misma línea de producción en la planta de Spartanburg que, contrariamente a lo que podría decirse por su nombre, se encuentra en Carolina del Sur, EE.UU. Numerosos elementos provienen de la serie 3 y del modelo Compact, como los ejes delanteros y traseros.
Motores probados y fiables
El Z3 apareció con dos potencias. El motor más modesto se correspondía con un 1.8 litros de cuatro cilindros y 115 CV. El siguiente motor era un 1.9 litros con 140 CV, mucho más adecuado a la filosofía del pequeño roadster. El motor 2.8 de seis cilindros y 192 CV se hizo esperar hasta abril de 1997, más de un año después de su aparición. Quienes buscaban mayor dinamismo al volante del Z3 ya tenían la potencia necesaria. Mas adelante apareció una motorización más potente, la joya de la corona de BMW. Estamos hablando, como no, de la motorización 3.2 desarrollada por M GmbH y que también se comercializaba con el exitoso M3. Los 321 CV que entregaba este exhacilíndrico convirtieron al Z3 (denominado M Roadster) en objeto de deseo de los aficionados a los superdeportivos. Si las prestaciones alcanzadas con el motor 2.8 de 192 CV eran muy elevadas, las del M Roadster eran sencillamente de otro mundo.
Pero el Z3 debía seguir con su evolución. En BMW pensaron que una versión con capota dura de este deportivo biplaza sería necesaria. Pero no podían limitarse a montar una capota rígida a un Z3 roadster. Tenía que ser algo especial. Y así nació en 1998 el Z3 Coupé. Desde hacía 5 décadas BMW no había lanzado al mercado algo parecido. Siguiendo las directrices del Z3 original, se dispuso cerrar la parte trasera al estilo de los Jaguar E-Type y de los Triumph GT6. Exteriormente su estética es chocante. Posee un estilo break que le otorga una personalidad de la que carecen los coupés "normales". El motor básico de este Z3 Coupé es el 2.8 de 192 CV, lo que da una idea de la deportividad del modelo. El otro motor utilizado es el 3.2 de 321. Se le llamó M Coupé. Las prestaciones son de infarto, necesitando 5'4 segundos para acelerar de 0 a 100 y con una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Cambios en la estética
Los Z3 recibieron un restyling en 1999. Los cambios se centraron en la parte trasera. Los Z3 de 4 cilindros recibieron los pasos de rueda y ejes ensanchados de los modelos con motores de 6 cilindros. Los pilotos traseros se modernizaban a imagen y semejanza de la nueva Serie 3 y ahora poseían forma de L. De la nueva Serie 3 tambien heredaron los motores. Así, como motor de entrada a la gama se quedó un 1.9 litros que ahora entregaba 118 CV. El siguiente en el escalón de potencia era un 2.0 que sustituía al anterior 1.9. La potencia aumentaba a 150 CV. El 2.8 recibió un nuevo motor que entregaba 1 CV más pero que cumplía con las normas de emisión de gases D4. En el mercado estadounidense se ofreció una versión 2.2 de seis cilindros y 170 CV. La parte frontal recibió anillos de cromo y en el habitáculo se incrustaron placas de madera y embellecedores cromados. La capota se estudió a fondo para lograr una disminución de los ruidos y aumentar el aislamiento.
Para mediados del 2000, BMW decidió aumentar la cilindrada y potencia de sus propulsores. Así, el 2.0 pasó a ser un 2.2 de 170 CV y el 2.8 un 3.0 de 231 CV. Para el M Roadster se reservó el motor del nuevo M3 pero con una potencia menor, 325 CV. La competencia apretaba y en BMW no han querido que el Z3 fuera vencido, así que han decidido sustituirlo cuando aún estaba situado como uno de los roadster de mejores ventas del mercado y sustituirlo por el Z4.
El pasado 28 de junio salió de las instalaciones de la planta de Spartanburg el último Z3 que fue directo al museo de BMW. Una existencia repleta de éxitos para el roadster más vendido de la historia de BMW.