Después de ver los paravientos para Z3 que hay en el mercado, y viendo que ni el original BMW nos gusta, mi amigo Alvaro y yo nos hemos puesto manos a la obra y hemos diseñado un paravientos que cumple con las siguientes premisas:
- No invadir los arcos de seguridad y ocupar el espacio imprescindible
- Se debe sujetar con un sistema de amarre que no utilice velcros y a la vez sea resistente.
- Debe ser desmontable.
- El sistema de amarre no debe afectar ninguna estructura del coche (no se perfora nada ni se atornilla nada a la estructura).
El primer paso ha sido la confección de una maqueta en madera con la que trabajar. Se ha cortado de forma que solo ocupe el hueco entre las barras, ya que el resto de espacio lo cubren sobradamente los respaldos de los asientos.
A partir de este momento vienen los quebraderos de cabeza para sujetarlo:
Utilizando bridas anchas de plástico:
Este sistema sujeta de maravilla, pero estéticamente no es muy allá, además para el desmontaje exige cortar las bridas, con el consiguiente riesgo de estropear el forro original de los arcos.
Luego pensamos en los soportes de baldas que hay en el mercado, que por una de sus caras llevan un tornillo que aprisiona la superficie que sujeta. Aquí ya nos liamos en pensar como sujetar esos soportes a los arcos:
El sistema ‘natural’ descartado de plano, pues seria perforar el arco y atornillar, cosa que afectaría de por vida al coche al llevar ahí unos agujeros.
Un mix entre brida y soporte de balda:
El soporte sobre una sección de cámara de moto/bicicleta:
Aquí ya no sabíamos que hacer, hasta que hablamos con nuestro común amigo Iñigo, que pensó el sistema definitivo:
Una funda de piel que rodee el arco y sujete los soportes de baldas, que ya puestos, serian con forma de media luna, que se sujetan en dos puntos y por tanto dan mas solidez que los soportes sencillos. La funda se amarra a los arcos mediante una buena cremallera.
La historia, ha sido la sujeción de las medias lunas a las fundas. Había que buscar un sistema que ocupara poco espacio, sobre todo por la parte interna que roza con el arco, primero para que no abulte interiormente las fundas y segundo, que no deje marcas en los arcos. Buscamos tornillos con cabeza plana, y tuerca en el interior de la media luna, pero ocupaban demasiado, así que tiramos por la calle de en medio y utilizamos remaches, obteniendo un buen resultado. Estos remaches los cubriremos interiormente con un ‘parche’ de cámara de bici para evitar marcas en las barras.
La cinta adhesiva gris la utilizamos para fijar la posición de las medias lunas, ya que hay que perforar la funda estando desmontada.
El siguiente paso, es coger la maqueta de madera y llevarla a un taller de mecanizado de metacrilato donde replicarla.
Tic, tac, tic, tac, tic, tac…
Después de unos días y tras un pequeño viaje, ya tenemos los paravientos cortados en metacrilato de 8 mm de alta calidad y decorados con una bonita ///M:
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