Hay sitios y parajes que se te quedan grabados para siempre. Es lo que me pasó ayer cuando visitamos "
El Barrio del Santuario".
Este pequeño pueblo, más bien aldea, es un punto en el mapa, sin importancia, casi sin información, y en plena mancha -Castilla-. Pero no se por qué me llamó la atención. Quizás fue el hecho de que el Júcar pase por allí. El rio Júcar pasa por lugares que bien merecen una visita (ej. Alcalá del Júcar, Jorquera .....).
En definitiva, no se qué me llamó la atención, pero fue suficiente para coger el Zeta y poner rumbo a ese punto del mapa.
La zona me la conozco de sobra. Estoy a poco más de 150 km's de casa, y en ese radio pocos sitios me quedan por descubrir. Por eso creo que mi sorpresa fue mayúscula.
Para quien no conozca esta zona, la comarca de la "manchuela" es una planicie con muy raras excepciones. Ésta es una excepción. Gran excepción. A los pocos kilómetros de llegar a ese punto en el mapa, la tierra se empieza a abrir. Increible. El río Júcar ha excavado una garganta de dimensiones muy considerables. ¿300 metros quizás? ¿Más? No lo sé, pero había mucha altura.
Y allí abajo, se divisa una pequeña ermita. Probablemente la que da el nombre a "
El Barrio del Santuario". Paramos el coche y nos quedamos "embobados" viendo el paisaje. Al igual que vemos la ermita vemos como una carretera -más bien camino asfaltado- serpentea hasta llegar abajo.
Eran las 5 de la tarde, y el sol de frente "quema" las fotos. Sorry
La subida a esta ermita tiene tela. Mucha tela como se suele decir. No se cuantos grados puede tener la pendiente que sube, pero nunca, jamás! he subido una pendiente similar
. Impresiona al subir, pero ni os cuento al bajar! Si alguno se anima se acordará de este comentario
Una vez arriba, si ya de por sí estábamos impresionados por el lugar, escuchamos de fondo música de gaitas, lo que envuelve todo el lugar. La música "retumba" dentro del desfiladero, y de verdad que hace que el momento sea mágico.
Más tarde descubriremos de donde proviene la música:
Paco se llama el artista, el cual nos dice que tocar allí es algo mágico. El sonido de la gaita hace eco y se produce un efecto indescriptible. Todo queda envuelto por el sonido.
El paisaje es precioso:
Abajo se intuye un embalse. Bajamos pero la carretera se termina convirtiendo en un camino de tierra .......... una pena. Damos la vuelta.
En esta foto quizás se puede apreciar mejor el desnivel de la calle, camino, o lo que sea que llega a la ermita. El último tramo no es asfalto. Es hormigón con ranuras cada 15cm -aprox-. Supongo que es para que los coches puedan traccionar al subir -y no derrapen al bajar-. Os juro que impresiona
En resumen. Una ruta muy recomendable, y que sin duda impresionará a cualquier rutero que se aventure a visitar este lugar.
Y como ya viene siendo costrumbre, la última foto para él
Saludos y espero que os haya gustado!