Como con el VHS y el Betamax, o el Blu-Ray y el HD DVD, se veía venir la guerra que tenemos entre manos, y sea cual sea el resultado, no pinta bien para el consumidor final. Desde que existen los coches eléctricos en el mercado clamábamos por un enchufe común para todos los fabricantes, ya que desde el punto de vista de infraestructura esto es necesario para evitar problemas mayores tan pronto como la gente empiece a consumir en masa este tipo de vehículos. Y lo peor que podía pasar ha acabado ocurriendo.
Hace ya meses que se anunció una alianza entre Ford, GM, Chrysler, VAG, BMW, Daimler y Porsche para crear un estándar común para enchufes de recarga, y ayer confirmaron que ya tienen su diseño, que mezcla en un solo enchufe las funciones de carga rápida y carga "normal". Las cargas rápidas bajo este dispositivo podrían realizarse en tiempos récord de 15 minutos, depende obviamente del tamaño de la batería del coche.
Si bien hablar de este grupo de fabricantes es hablar de un alto porcentaje de coches vendidos de manera global, estas marcas están fallando en un aspecto. La alianza Renault-Nissan es, a día de hoy, la que más coches eléctricos vende en el planeta, y seguirá siendo así en el futuro cercano, a tenor de sus lanzamientos planteados.
El problema es que tanto Nissan como Renault no hacen uso del sistema de enchufe que han acordado el resto de fabricantes. Lo que es peor, usan cada uno un tipo distinto, lo que complica todavía más la situación.
Al final la pelota quedará en el tejado de los organismos reguladores internacionales y nacionales, que deberán legislar para poner coto a la situación. Porque desde el punto de vista de los ayuntamientos todo esto puede representar un enorme problema. Por ejemplo, ayuntamientos como el de Lisboa, que han invertido millones de euros en comprar e instalar un sistema de carga según especificaciones de Nissan, deberían afrontar ahora instalar sistemas similares adaptados a Renault y luego al sistema conjunto del resto de fabricantes. Esto, no hace falta ser un genio para verlo, no es viable ni aceptable económicamente.
Porque lo lógico habría sido legislar primero, producir después. Pero no, no ha sido así, y ahora, fruto de esta lucha entre marcas, algunos usuarios y compradores podrían acabar encontrándose "discriminados" en cuanto a infraestructura de carga por haber elegido un coche de una marca determinada.
http://es.autoblog.com/2012/05/05/guerra-de-enchufes/