Los Top Fuel son la categoría reina de los Dragsters, coches que participan en una modalidad automovilistica poco difundida en Europa pero muy popular en los Estados Unidos y cuyo fin último es buscar la máxima aceleración posible. Son vehículos que no funcionan con gasolina, sino con una mezcla de nitrometano (máximo 90% desde 2008) y un 10% de metanol.
Son capaces de recorrer el cuarto de milla (400 metros) en menos de 4.5 segundos partiendo de parado y alcanzando velocidades de llegada del orden de los 530 km/h. Aceleran de 0 a 160 km/h en menos de un segundo, y de 0 a 500 km/h en menos de 5 segundos sometiendo al piloto a aceleraciones superiores a 5 G (5 veces la fuerza de la gravedad), con picos momentáneos de hasta 8 G.
Con potencias máximas que rondan los 8.000 C.V., estos Dragsters de la máxima categoria forman parte de los vehículos con mayor capacidad de aceleracion costruidos por el ser humano, codeándose no solo con cualquier bólido de F1 o de Sport Prototipos sino incluso con las lanzaderas espaciales y los aviones de caza que despegan de las cubiertas de los portaaviones con ayuda de catapultas.
Sin embargo, y a pesar de su poderío, durante estos últimos 30 y tantos años les ha sido imposible batir el record del mundo oficioso de esta distancia que permanece vigente desde 1977, año en el que Kitty O’Neil (sí, una mujer) estableció en el desierto de Mojave una marca que, a día de hoy, sigue resultando inalcanzable para los poderosísimos Top Fuel. Kitty recorrió el cuarto de milla con salida parada en la friolera de 3.22 segundos, alcanzando una velocidad de 412 mph ( 663 km/h).
Para conseguir esta gesta, se metió dentro del Rocket Car, un dragster construido por Ky Michaelson y propulsado por un motor a reacción alimentado con peróxido de hidrógeno. Por su peligrosidad, la asociación americana de dragsters (NHRA, National Hot Rod Association) acabó prohibiendo estos auténticos cohetes en carreras oficiales. Y aunque oficialmente se niegan a reconocer el record de Kitty, la hazaña conseguida en el desierto de Mojave continúa esperando.
Incluso se hizo una película al respecto, Silent Victory. El título de la película tiene su explicación. Kitty quedó afectada de sordera cuanto contaba con pocos meses de edad. Un hecho que seguramente le permitía mantener la concentración en medio del estruendo que, a buen seguro, provocaba el cohete con ruedas que se atrevía a pilotar.
http://www.diariomotor.com/2011/01/17/kitty-oneil-la-reina-imbatida-de-la-aceleracion/