Tengas o no botón para abrir la capota... como cambies tu roadster por un coupé te vas a acordar de la sensación de libertad que daba ir descapotado, sobre todo los días de sol en invierno, y las noches de verano...
...o cuando vayas por una carretera de montaña y te diga tu acompañante:
-¡Mira a la derecha, para arriba, que cascada tan chula!... y lo único que veas es una mancha en la tapicería del techo de tu coupé