Sí por algo será recordado el Porsche 991.2 GT3 será por su retorno al cambio manual, tras una generación en la que sólo se ofrecía el PDK.
El gran Henry Catchpole nos recuerda, que, pese a que un cambio de doble embrague moderno suele ser más rápido, un cambio manual nos hace sentir más involucrados en la conducción, sintiendo más lo que el coche nos transmite.