Aunque no soy muy dado a abrir posts ni a relatar demasiadas de las muchas experiencias que vivo con mi ROADSTER, si que me gustaría explicar y dar a conocer el porque tengo un Smart ROADSTER y no otro.
La historia se remonta a "algunos" años atrás, concretamente a mi adolescencia donde me pasaba el día haciendo bocetos de motos, normálmente tipo custom, aunque también hacia de otras mas ruteras e incluso de circuito. A nivel de coches el tema era más radical ya que empezaba con la idea de hacer un vehículo diferente a lo que circulaba en aquel entonces por las ciudades y carreteras y por mucho que lo intentaba siempre acababa diseñando el mismo coche, por lo que al final me rendí y lo único que hacia era mejorarlo a nivel de llantas o poniéndole unos súper faros de larga distancia o antenas de radio en diferente lugares...... Pero la estética y el diseño del vehículo siempre era el mismo. No le dí mas importancia e incluso ese diseño con el tiempo, prácticamente quedó en el olvido, de hecho con el paso de los años dejé mi "talante" como diseñador de motos y coches dedicándome a otros quehaceres que la vida te va llevando. Hasta que un día le dije a Sole, mi mujer, de salir a pasear y dar una vuelta por el pueblo, íbamos hablando de cosas sin importancia hasta que llegamos a la altura de un enorme escaparate, donde me quedé parado, sin poder hablar ni moverme y con los ojos clavados fijamente en un coche pequeñito que se encontraba ahí rodeado de otros mucho más grandotes y con grandes estrellas en sus frontales. Me quedé perplejo y sin poder pronunciar palabra durante un rato, Sole alucinaba, hasta que al final dije : "me han hecho mi boceto". Si ese diseño que hacia en mis años de adolescente se había convertido en realidad y lo tenía ahí delante de mí y podía tocarlo y acariciarlo, era algo que parecía imposible. Entonces nuestra situación económica no nos permitía el poder adquirir ese vehículo ni cualquiera de los que lo rodeaban, pero nos dijimos : "algún día hemos de poder conseguir tenerlo en casa". Y así quedó el tema, la vida fue siguiendo su camino aunque en la mente siempre me quedo ese momento en el que pude ver el coche de mi adolescencia.
Tuvieron que pasar 10 años y en el 2013 pudimos comprar ese sueño de juventud, nuestro anhelado Smart ROADSTER, que desde el día 1 de Marzo de ese año duerme en nuestra cochera. Hemos hecho más de cien mil kilómetros con él y vivido intensas experiencias juntos, gracias a ello hemos conocido multitud de roadsteros y grandes personas la mayoría amigos en estos momentos, por lo que estamos enórmemente agradecidos al Smart con el que esperamos seguir haciendo muchos kilómetros y conociendo a personas tan maravillosas como hasta ahora.
Nuestro mayor agradecimiento a ese Smart es poder seguir teniéndolo durante muchos mas años con nosotros.
Preciosa historia, las vueltas que da la vida...