Se buscan coches cada vez más seguros y eficientes y reducir los fraudes
Las ITV rechazan un 17% más de vehículos por defectos graves en la carrocería
Las pruebas que debe pasar un vehículo para superar la inspección obligatoria de la ITV serán mucho más severas desde el próximo año. Los cambios afectarán a las emisiones contaminantes, a los dispositivos destinados a reducirlas y también a buena parte de los sistemas de seguridad embarcados y que son controlados de forma electrónica.
El proceso arrancó hace casi tres años con la publicación de la directiva 2014/45/UE, que el Gobierno espera haber transpuesto a la legislación española -vía Real Decreto- antes de este verano. Pero se ha visto acelerado y reforzado a consecuencia del llamado dieselgate, protagonizado por Volkswagen, y a las dudas que ha despertado el comportamiento de otros fabricantes.
Y es que, a la debilidad que han demostrado los procedimientos de homologación, se suman luego unas inspecciones periódicas como las de la ITV claramente insuficientes. Reguladas éstas por la normativa europea y nacional en el caso de los automóviles diésel, por ejemplo, hoy sólo se mide la opacidad de los humos. Asimismo, los controles actuales tampoco "permiten un control lo suficientemente eficiente de los vehículos Euro 5 y Euro 6" como señalan los expertos del CITA, un grupo internacional de trabajo que opera en la mejora de las inspecciones de vehículos y del que, desde España, forman parte la asociación Aeca-ITV, la DGT e Industria.
Aunque los cambios por llegar todavía deben superar escollos. Por ejemplo, cuando se publicó hace tres años, la directiva 2014/45/UE nada decía del control del NOx que emiten los automóviles, ahora en el ojo del huracán. Por haber sido el causante del trucaje de motores y porque, a diferencia del CO2, sí daña directamente la salud de las personas.
Posibles fraudesEsto ha obligado al CITA a tener que desarrollar por su cuenta un protocolo que permita medir adecuadamente el NOx, así como detectar posibles fraudes o manipulaciones. Entre estas, Luis Gutiérrez, presidente de Acea-ITV, señala casos en los que ha habido usuarios que "han vaciado filtros de partículas o manipulado las válvulas EGR ya que su mantenimiento es caro y, limitando o impidiendo su funcionamiento, se elevan las prestaciones del vehículo". A cambio de que se vuelvan mucho más sucios, claro.Se espera que las pruebas de campo estén concluidas antes de julio y en la parte final del año, hacer entrega de un manual con los límites máximos permitidos de NOx, el protocolo para su medición y los procedimientos para comprobar que los dispositivos anticontaminación no han sido manipulados.
Dado que el tiempo que la Comisión Europea tardaría en incorporar estos cambios es difícil de estimar, en España el objetivo de Industria es "incorporarlo cuanto antes", según Gutiérrez, «porque aunque ahora se fijasen unos límites de NOx altos, lo que se pretende es expulsar a los grandes contaminadores».
Esto permitiría su aplicación a lo largo de 2018, cuando se revisarán numerosos sistemas de seguridad bajo control electrónico como son el programa de estabilidad, los airbags o los pretensores de los cinturones. Aunque también existe un hándicap. Para que estas inspecciones tengan sentido, los fabricantes deben permitir el acceso a la centralita del vehículo y compartir información sobre esos sistemas. Incluso cobrando una cantidad por ello, cuestión que se estaría discutiendo pero que el presidente de Aeca-ITV califica de "kafkiana" al tratarse de sistemas de seguridad de revisión obligatoria.¿Supondría lo anterior un encarecimiento de las tasas por pasar la ITV? "Si hay que pagar por los datos, seguro que sí. Sobre las nuevas pruebas, depende del modelo bajo el que opere la estación de ITV. Si es en un entorno liberalizado, es más fácil que el sobrecoste se traslade al usuario. En una donde la Administración fija las tarifas es más difícil pero, entonces, habría que compensar al concesionario".
Fuente:
http://www.elmundo.es/motor/2017/05/19/591f29df46163f542c8b460c.html