Es otro de los inconvenientes de los clásicos. Yo me quedé sin frenos una vez justo al acabar de bajar un puerto con paellas, si me llego a quedar sin frenos 500 m. antes podría haber pasado cualquier cosa, porque es de golpe, pasas de ir normal a meter el pie a fondo y nada. El problema fue que con 15.000 km me había comido las pastillas.