Las curvas de radio medio, amplio son un buen territorio para descubrir las cualidades del chasis del C-HR, muy bien afinado. Las zonas muy ratoneras, no son su ambiente favorito.
La prueba va tocando a su fin, el resumen es muy positivo. El C-HR cumple al 100% con el uso que hará del mismo la mayoría de compradores, es decir, en ciudad se mueve con soltura, gasta poco, no tiene un tamaño excesivo y además tiene ese punto de "SUV" que te hacer ir sentado más alto que en un turismo, cosa muchos futuros compradores agradecerán. Un maletero lo bastante grande para el día a día, e ir de compras al súper o embarcarse en un viaje.
El habitáculo resulta cómodo tanto en sus plazas delanteras como traseras. Si acaso, requerirá un mínimo período de adaptación al entrar (la forma de ocupé, puede llevarnos a dar con la cabeza al entrar o salir), yo uso una berlina a diario y no se me ha hecho extraño. Alguna critica que había oído respecto al modelo, era la poca visibilidad de las plazas traseras, mi hija lo ha resuelto rápidamente, ocupando la plaza central (muy recomendable en este Toyota)
Maletero, suficiente. Siguiendo las tendencias actuales, carece de rueda de recambio (opcional).
En definitiva.
Un coche muy recomendable, para el día a día.
Consumos muy reducidos.
El interior es muy agradable, con unos buenos asientos en las plazas delanteras, con reglaje lumbar eléctrico el del conductor (además de contar con regulación de altura manual).
La pantalla, pese a su tamaño, no molesta en absoluto, está perfectamente situada y el GPS que incorpora está bastante bien resuelto.
Poco se le puede criticar.
Seguro que para los neófitos en este tipo de coches, la rumorosidad que se filtra al acelerar puede parecer molesta, o incluso, que el coche corre poco, que no. Corre lo suficiente.