Las nuevas Clase A, B y CLA usan un refrigerante prohibido por la legislación comunitaria Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) recomendaron el miércoles la prohibición de la comercialización de los recientes modelos de Mercedes que no estén equipados con un nuevo gas refrigerante homologado por la UE y que se retire de circulación los que ya están en venta, anunció la Comisión Europea.
La recomendación formulada luego de un encuentro de un comité de expertos de los 28 Estados miembros de la UE convocado en Bruselas asesta un duro golpe al constructor alemán Daimler.
Interviene al día siguiente de un llamado de atención muy firme del comisario de Industria, Antonio Tajani, sobre la obligación para todos los constructores de equipar a partir del 1 de enero de 2013 todos los sistemas de aire acondicionado de sus nuevas gamas para poder utilizar un nuevo gas refrigerante menos contaminante. Daimler no se conformó a esta obligación.
Los representantes de los Estados miembros insistieron durante su reunión sobre el "imperativo de respetar las reglas del gran mercado y de garantizar una competencia leal entre los constructores", precisó la Comisión.
Pidieron que "se tomen medidas para que todos los nuevos modelos comercializados se adecúen a las normas y que se retiren del mercado los que no se adecúen, como lo hizo un Estado miembro".
Francia decidió a principios de julio prohibir provisoriamente el patentamiento de los nuevos modelos del clase A, clase B y CLA fabricados por Mercedes y que no están equipados para el funcionamiento con el nuevo gas refrigerante homologado por la UE.
Esta medida fue cuestionada por Daimler, pero la Comisión Europea recordó que el artículo 29 de la legislación europea de 2007 sobre los procedimiento de homologación en la UE prevé la posibilidad para un Estado miembro tomar provisoriamente medidas de protección para su mercado.
La conminación hecha al grupo Daimler de equipar todos sus nuevos modelos con el nuevo gas refrigerante está acompañada con una amenaza de procedimiento de infracción contra Alemania, a quien la Comisión Europea pidió explicar porqué las autoridades competentes habían dado la autorización de comercialización