Cuando nos hablan de la ciudad malagueña de Ronda, se nos viene a la cabeza un bonito pueblo andaluz con edificios ilustres e iglesias monumentales, inmerso en un paraje sureño de esos que te dejan sin aliento, pero desde hace unos años, Ronda, huele a gasolina y a ruedas quemadas. Y es que, en 2003, se inauguró el
Ascari Race Resort, un concepto nuevo de turismo que pretende combinar un espacio de competición con descanso y relax.
Bajo una gran capa de hermetismo y altas medidas de seguridad, se construyó un Club privado con el
circuito de velocidad más exclusivo y maravilloso del mundo, el resultado del proyecto, que tuvimos la oportunidad de visitar
in situ, está situado en un lugar paradisiaco, con unas instalaciones de lujo donde todo se cuida hasta el último detalle.
Nada más llegar a la puerta de acceso, nos preguntan quiénes somos y qué hacemos allí. Tras identificarnos, confirman por radio que estamos autorizados y nos indican que nos esperan en el parking. Allí nos recibió Andrea Lane, una amable y jovial argentina afincada en España, que lleva trabajando aquí desde que comenzó la construcción del Race Resort y que nos enseñó las instalaciones de manera minuciosa durante toda la mañana.
Nos estaba esperando en el hospitality del circuito, situado en uno de los boxes del paddock, donde se habían instalado unas mesitas de Ikea, una barra de bar con bebidas y aperitivos para que los socios del club “picasen” entre tandas de vueltas y una televisión plana donde continuamente se reproducía
Duel, el DVD que grabó aquí Jeremy Clarkson en verano.
Según nos cuenta Andrea, el magnate que ideó esta locura fue
Klass Zwart, un holandés de 58 años enamorado de Andalucía. Se hizo multimillonario por méritos propios, ya que después de estudiar Ingeniería Mecánica fundó la empresa Petroline en 1980 y registró unas 250 patentes de aparatos relacionados con la extracción de petróleo.
Más tarde vendió su empresa y fundó Ascari, una compañía dedicada a la fabricación de automóviles deportivos y de competición y que gestiona el Race Resort desde su creación. De esta manera, Zwart cumplía dos viejos sueños: tener su propia marca de coches y su particular circuito. La compañía debe su nombre al ídolo de Klass:
Alberto Ascari, un antiguo piloto italiano de Ferrari de Fórmula 1, que conquistó todas las carreras de un mundial y se alzó en dos ocasiones con el título de campeón del mundo.
En un principio, Klass quería emplazar el Ascari Race Resort en Escocia, pero viajando en helicóptero por la serranía de Ronda, encontró una “parcelita” de 174 hectáreas en un precioso valle, perfecta para acometer su proyecto. Tras comprar personalmente la finca e invertir
más de 40 millones de euros, el proyecto comenzó a tomar forma.
La casa-club es un edificio de estilo típico andaluz donde se encuentra un acogedor restaurante-bar. El cortijo está rodeado de increíbles jardines con césped y palmeras, terraza y una pequeña piscina para refrescarse cuando pegue el sol en verano tras un duro día sobre el asfalto… todo ello sirve como punto de reunión y encuentro entre los privilegiados socios.
El club no tiene cupo cerrado y está abierto a “cualquier” persona que desembolse una entrada de 150.000 euros y 10.000 euros anuales que le permitirán disfrutar durante 25 años de 50 días de club por temporada. Actualmente son 55 socios – sólo 4 de ellos españoles -, todos ellos con mucha pasta y amor a la velocidad. Algunos son nombres célebres, como Jay Kay (vocalista de Jamiroquai), Damon Hill (excampeón de Fórmula 1), Martín Brundle (ex piloto de Fórmula 1), etc.
Pero la mayoría son gente desconocida que no aparece en las portadas de prensa. Al parecer, hay socios que aprovechan el club al máximo, pero nos comentan que otros, como Jay Kay, llevan más de tres años sin dejarse ver.
Generalmente, los socios acuden al circuito tomando un avión a Málaga desde su país de residencia. En el aeropuerto andaluz les espera un helicóptero que les lleva directamente al helipuerto privado de Ascari en poco más de media hora, porque en el club no faltan este tipo de detalles. Otros socios, prefieren amarrar sus “hidropedales” durante el verano en Puerto Banús y acudir al club en coche.
El circuito es todo un prodigio. Tiene tres configuraciones posibles y
26 curvas: 13 de derechas y 13 de izquierdas. Con su extensión de 5425m., es el circuito más largo de España y tiene más longitud que muchos de los trazados de Fórmula 1. Además está homologado por la FIA y libre de publicidad, tribunas y gradas.
Las 26 curvas han sido diseñadas individualmente y exigen una conducción muy técnica porque copian las mejores curvas de alguno de los trazados más increíbles del mundo como
Daytona, Silverstone, Spa, Nordscleifle, Brands Hatch, Bathurst… y como homenaje a Alberto Ascari, hay un zig-zag que emula el de Monza donde perdió la vida en 1955.
En el trazado, se puede rodar tan rápido como se quiera pero no se permiten piques ni carreras entre los socios, las buenas maneras están por encima de esto. Aseguran que Fernando Alonso o Valentino Rossi al visitar Ascari, han quedado alucinados con el resultado de tan magnífica combinación.
El
circuito de Ascari está acompañado de ocho boxes dobles totalmente equipados, lavadero y taller para reparaciones; tiene incluso un circuito de Karts, una pista deslizante para cursos de conducción segura, una zona de 4×4 y una pista para buggy’s.
El Club ofrece a sus socios gratuitamente técnicos, ingenieros y monitores que asesoran en materia de mecánica, telemetría y conducción, haciendo un estudio pormenorizado del cliente y su coche, así como midiendo los tiempos de vueltas lanzadas.
“
Sin embargo, hay algunos socios que no usan este servicio porque deciden acudir con su propio equipo de ingenieros y mecánicos”, apunta Andrea. También,
el club ofrece una escuela de carreras, donde los socios pueden desarrollar sus habilidades al volante con turismos, deportivos, antiguos Fórmula 1… Todos ellos equipados con aparatos de medición de telemetría para evaluar el rendimiento del conductor.
El circuito incorpora la última tecnología en todos los aspectos. Por ejemplo, para acceder a los boxes o al garaje hay
un sistema de reconocimiento de huellas dactilares ya que la seguridad debe ser máxima. Además, este sistema sirve para que los socios abonen las facturas de lo que consuman en el restaurante o de los servicios que contraten.
El garaje es el sueño de cualquier entusiasta. Tiene una
capacidad para unos 500 vehículos. Allí se guardan los vehículos del club, muchos de ellos con pegatinas corporativas (Radical SR3, antiguos Fórmula 1, prototipos de Le Mans, BMW 325,
Lotus Elise y Exige, varios biplaza)
También estaban los vehículos del señor Zwart (un
Rolls-Royce Phantom, un Ascari KZ1 y un KZ1R, un Ferrari Daytona, un BMW M6) y por supuesto había multitud de vehículos de los socios, que pueden guardarlos allí por 4.000 euros al año.
Cuando el socio telefonea indicando que va a ir a rodar al circuito, los técnicos revisan su vehículo y lo ponen a punto para que todo esté perfecto. Entre los vehículos de los socios podemos destacar muchos Lotus, un Abarth de competición, un Fiat 500 antiguo, un
Ferrari Scuderia Spider 16M blanco, un
F430 Coupe rojo, otro
F430 Scuderia rojo…
También pudimos acceder a un “espacio privado” donde se alojan los vehículos más interesantes. Allí había varios Ferrari de Fórmula 1 de 1995, cuatro motos (entre las que se encontraba la Ducati que mayor velocidad punta había alcanzado en toda la historia de Moto GP) y un Benetton del 91’.
Como hemos comentado anteriormente, la empresa Ascari, además de gestionar el Resort,
se dedica a la fabricación de superdeportivos de lujo, construidos hasta hace unos meses en Oxfordshire (Reino Unido). Actualmente
están realizando el traslado de la fábrica a la finca de Ronda, de manera que en unos meses podrán probar los prototipos en pista sin necesidad de transportarlos desde Gran Bretaña, y les servirá para ahorrar en costes de desarrollo.
Se fabrican tres modelos: KZ1, el KZ1R, y el
A10, con precios cercanos a los 500.000 euros y realizados íntegramente a mano bajo previo pedido y depósito del correspondiente pagaré. Todos ellos son máquinas con potencias que rondan los 500 CV y con motor BMW.
También pudimos charlar con José Antonio Sánchez, encargado de eventos, quien nos señala que el Race Resort, además de generar ingresos por las cuotas de los socios, también lo hace gracias a la organización de grandes eventos relacionados con la automoción. Según nos dice, hace algunas semanas Renault realizó aquí la presentación mundial del
Megane RS y reservó el circuito durante diez días por unos 200.000 euros aproximadamente.
También se reserva para elaborar sesiones fotográficas, grabaciones de vídeos, incentivos de empresas o caprichos personales. Como caprichos personales nos referimos a lo que hizo hace un par de años Roman Abramovich, el presidente del Chelsea, que contrató dos días el circuito para uso personal y se desplazó con coches de su flota privada y sus empleados para marcar vueltas rápidas.
El Race Resort, sigue en un proceso de crecimiento continuo, con el objetivo de alcanzar 300 socios en una década. En un par de años (se ha retrasado el proyecto por la situación económica actual)
está previsto construir un hotel con 20 villas de lujo y spa en la misma finca, una inversión de más de 30 millones de euros. En él podrán alojarse los socios que lo deseen y evitar así dormir en un hotel de 4 estrellas de Ronda con la “plebe”.
Klass tuvo en la cabeza la idea de generar empleo desde el primer momento, porque no quería un negocio manejado sólo por extranjeros. Puede que fuese una de las razones fundamentales por las que la administración municipal permitiese la construcción del Race Resort – cabe decir que los grupos ecologistas pusieron muchísimas pegas -.
Los empleados son mayoritariamente del pueblo;
actualmente trabajan 35 fijos (personal de seguridad, comisarios de pista, camareros y cocineros, mecánicos, un médico y una enfermera…) y algunos ocasionales; pero serán muchos más cuando se instale definitivamente en la finca la factoría de producción de coches y el hotel de lujo.
Como responsable de eventos, Jose Antonio, fue quien organizó la grabación de Duel y otros programas de Clarkson y compañía; dice conocer la identidad del Stig, y aunque se niega a revelar cualquier dato acerca de quien se esconde tras el casco blanco – lo que habría sido un auténtico colofón final para este reportaje- nos da a entender que “
no es sólo una persona”.
Terminada nuestro excursión, abandonamos Ascari con la decepción de no conocer este tonto detalle, cosa que se nos olvida cuando, a la salida del circuito, nos encontramos un
Pagani Zonda S. Ahora sí que podemos dar por terminado este reportaje con una amplia sonrisa en la cara.
El siguiente es el
vídeo promocional del circuito de Ascari. Sólo con verlo, le entran a uno ganas de hacerse socio y dar unas cuantas vueltas en pista.
Links:Parte I:
http://www.diariomotor.com/2009/12/19/reportaje-circuito-de-ascari-i/Parte II:
http://www.diariomotor.com/2009/12/20/reportaje-circuito-de-ascari-ii/